martes, 16 de febrero de 2016

HENRY LEE LUCAS Y OTTIS TOLE



El terror de las carreteras

Henry Lee Lucas nació el 23 de agosto de 1936 en el seno de una familia totalmente desestructurada, formada por la madre: Viola Lucas, quien ejercía la prostitución y maltrataba física y psicológicamente a su marido e hijos, su padre que era alcohólico y minusválido ya que no tenía piernas y Henry que era el mayor de siete hermanos. Las primeras experiencias sexuales que mantuvo Henry fue con animales, ovejas y perros, que más tarde asesinaba con un cuchillo rajándoles el cuello una vez consumado el acto sexual, a la edad de 13 años aproximadamente.


Se dice que su padre se suicidó tras un sin fin de humillaciones por parte de su madre; pero si hay algo que es bien cierto, es que su padre abandonó la casa tras una discusión con su madre y un día después apareció congelado en el bosque. Por ello, decidió también Henry marcharse de su casa y es aquí donde comenzaría ya sus andaduras de joven delincuente, lo que le llevó a ingresar en algunos reformatorios de la época para más tarde ocupar plaza en la cárcel, donde experimenta sus primeras experiencias sexuales con hombres.


Cuando salió de la cárcel, el 11 de junio de 1957, regresó a su casa con el propósito de matar a su madre, deseo inhibido que cumplió sin demasiadas contemplaciones, pero no sólo contento con ello, le realizó el acto sexual al cuerpo sin vida, que es lo que a él más placer le provocó. Como consecuencia de tal barbarie, se le internó en un centro psiquiátrico en el que le diagnosticaron como psicópata sádico con desviaciones sexuales y suicida, y en el que permaneció cinco años.


Cuando salió del centro psiquiátrico se fue a vivir a casa de su hermana quien le creía totalmente rehabilitado pero no tardó en matar al perro de la familia. Aún así, Henry, ilusionado con la idea de formar una familia, terminó casándose con una amiga de su hermana, quien ya tenía dos niñas de su relación anterior. Como ella trabajaba, él se dedicaba a las tareas domésticas y al cuidado de las niñas, con las que se entretenía violando a la mayor de 9 años y obligando a la menor a ver tales horrores, hasta que un día, tal suerte para ellas, las abandonó.

A partir de ahí es cuando Henry tomaría la carretera en busca de otros quehaceres, terminando en Miami, donde conoció a Ottis, quien se convertiría en su amigo y amante. Ottis era un psicópata pirómano, homosexual conocido como el "Caníbal de Jacksonville". Ambos se complementaban pues a Ottis le faltaba la inteligencia de Henry y a éste la descomunal fuerza de Ottis. Ambos se dedicaron a asesinar por la autopista I-35 y a descuartizar los cuerpos por todo el país, lo que dificultó mucho la reconstrucción de los cadáveres a la policía.


Henry violaba y asesinaba a mujeres con su cuchillo, preferentemente a mujeres con grandes ojos y dotados senos, que eran como le gustaban, y Ottis se dedicaba a matar a los hombres, obteniendo gran placer cuando les disparaba, creyéndose un cowboy pistolero. Henry también ayudaba a Ottis en señal de amistad en sus actividades de pirómano y cuando más se divirtieron fue cuando quemaron una casa con un anciano dentro, mientras contemplaban cómo pedía ayuda y Ottis culminaba su locura masturbándose ante tal escenario.

A principios de los 80, una sobrina de Ottis, Becky Powell, que tenía 15 años, se unió a la pareja, por lo que la forma de actuar variaría de la siguiente forma: el plan era que Becky llamase a las puertas para cuando le abrieran, y entonces entrarían todos de lleno y acometerían sus atrocidades.

No pasó mucho tiempo sin que Becky y Henry se hicieran novios, y sin que Henry sintiera otra vez el deseo de cambiar su vida y dedicarse a ella, por lo que dedicaron una época a cuidar a una anciana (Kate Rich) y a vivir con normalidad, pero Henry no aguantó mucho tiempo y decidieron cambiar de aires. Becky le pidió a Henry ir a Florida a visitar a sus familiares, pero a éste no le pareció bien, temiendo no agradar a su familia, lo cual desató una discusión que acabó con la vida de Becky, el 23 de agosto de 1982, cuando Henry le asestó su famoso cuchillo en el corazón, y después de muerta le hizo el amor. Henry confesaría que ese fue el acto sexual más "maravilloso" que había tenido con su chica...

Después de esto, Henry fue a visitar a la anciana que habían cuidado, pero esta vez la policía ya tenía pistas de él, así que le detuvieron y éste, ya cansado, no tenía ganas de seguir matando, por lo que confesó todos los asesinatos, incluso aquellos de los que no era sospechoso. Ottis también fue arrestado y confesó haber acompañado a Henry en muchas matanzas. El 26 de junio el gobernador de Texas, George Bush, condenaba a Henry a pena de muerte, más tarde se le retiró y quedó condenado a cadena perpetua. El 13 de marzo de 2001, Henry muere en su celda tras un paro cardíaco. Se cree que cometió 360 asesinatos aunque en algunos interrogatorios confiesa haber matado a unas 900 personas.

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