En Disfiguration Portraits, el fotógrafo francés Cyril Crepin capta pacientes sometidos a cirugía facial reconstructiva. Con la ayuda de su cirujano, el profesor Bernard Devauchelle, el artista organizó sesiones de retrato intimista en el hospital donde fueron atendidos.
Las causas de las reconstrucciones son trágicas, y van desde accidentes a intentos de suicidio, pero Crepin evita entregarse al voyeurismo o a un sensacionalismo inapropiado.