viernes, 12 de junio de 2015

Parodia de "La niña del exorcista nos cuenta algunos secretos sobre ella"...


La caja de pandora

Prometeo era el gran aliado de los mortales, cuidaba de ellos y les ofrecía el don del fuego como recompensa hacia las ofrendas que les hacían a los dioses. Este acto de Prometeo era mal visto por Zeuz, el dios mayor que gobernada en ese tiempo el monte olimpo, quien para evitar que los mortales pudieran quedarse con los huesos de los sacrificios a los dioses y los inmortales solo la carne y órganos de esos cuerpos, les arrebata el fuego.

Prometeo al ver el castigo de Zeus hacia sus amigos mortales, les devolvió a escondidas el preciado don del fuego. Más tarde, Zeus se dio cuenta de tal barbaridad que pasaba por alto todas sus ordenes y les quito el fuego. El gran dios del monte olimpo, comenzó a buscar una forma de vigilar a los mortales con el fin de descubrir el momento en que Prometeo robe el fuego a los dioses para dárselos y al final tomo la desición de crear a una hermosa mujer de arcilla, tarea que le asigno a su Hefesto.


Las ninfas pusieron su granito de arena en la creación de esta bella princesa y le dieron el poder para crear caos, mentir y seducir. Dentro de ella, existía un corazón maligno que pretendía propagar entre los mortales. Aquel que decidiera iniciar una vida plena con una mujer, debería elegir entre 2 caminos distintos. No contraer matrimonio y poseer muchas riquezas a lo largo de su vida, pero sin poder tener descendientes quien a su muerte heredarán sus pertenencias o casarse y tener una vida humilde con los males de su amada.

Pandora era un mujer tan hermosa que cautivaba a todos los mortales e inclusive a los inmortales que tuvieran la suerte de verla. Zeus con su afán de atraer la atención de Pandora y con el fin de provocarle la muerte para que estuviera a su lado en el monte olimpo, le obsequio una bonita caja de Pandora que contenía todos los males y que al abrirla, estos escaparon.

Momentos después la caja se cerró evitando que la virtud de la esperanza saliera. Sin embargo, el daño ya estaba hecho y desde ese entonces los males del hombre existieron.

El convento de monjas

Hace ya bastante tiempo, en una ciudad de la que no se sabe su nombre, los pobladores construyeron un gran edificio que tenia como finalidad, ser un convento de monjas. Construcción que fue financiada por los mismos sacerdotes que ahí predicaban. Durante varios años después de que el convento abriera sus puertas, se recluto a centenares de monjas, huéspedes que iban de paso y personas huérfanas a las que les ofrecían una cálida estadía, comida y mucha atención para tener una vida feliz.


El edificio funcionaba como un convento y a la vez una escuela, en donde las monjas enseñaban diferentes talleres de costura, cocina, lectura, danza y pintura. Nada parecía fuera de lo normal hasta que un día, las personas que acudían al albergue a pedir ayuda y permanecer en el refugio por un largo periodo, no se les volvía a ver. Era como una historia de terror, en donde los infortunados que entraban por la puerta principal del convento de monjas, no salían jamas. 

El edificio se deterioro rápidamente y para evitar una tragedia de un derrumbe, el convento junto con el personal que ahí habitaba, fue transferido a otro lugar por que no había un terreno en venta a las cercanías tan grande como para construir otro, a parte de que la situación económica en ese momento no era la mejor como para solventar gastos de esa magnitud.

Pasaron los años y un grupo de historiadores decidieron remodelar el edificio que prácticamente estaba en muy mal estado. Comenzaron por reconstruir la fachada, luego se centraron en la estructura interna. Pero cual fue su sorpresa para los constructores que estaban a cargo de la obra, que en uno de las habitaciones del convento, había un pasadizo secreto por una de las paredes que conducía a un cuarto más pequeño, en donde había una osamenta huesos humanos, de los que algunos se dicen que eran de las personas que desaparecían misteriosamente dentro del convento.

El conejo de la luna

El Conejo de la luna es uno de los mitos que envuelven esta enorme estrella que brilla para dar luz natural a nuestro planeta tierra. Algunos dicen que al ver fijamente a la luna, se alcanza a notar la silueta de un conejo, la cabeza, el rabo, las patas, pero especialmente sus grandes ojos que destacan junto con la luz de la estrella. Sin embargo, hay un mito en particular que parece ser el más cercano al origen del conejo en la luna y es el que les vamos a relatar el día de hoy.

Cuenta la historia, que un dios de los que existía en tiempos muy remotos decidió viajar por todo el mundo para apreciar las maravillas del planeta tierra, para ello, encarno en el cuerpo de un hombre y comenzó con el largo trayecto. Todo iba bien, hasta que día tras día los alimentos estaban escaseando, no había agua y el lugar más cercano para encontrar provisiones estaba tan lejos que era imposible llegar rápidamente. 


El agotamiento y el hambre venció al pobre hombre, quien desesperado por descansar reposo bajo un frondoso árbol. Espero en ese lugar hasta el anochecer, acompañado de las estrellas y la resplandeciente luna, siguió su camino. Mientras estaba bajando por una empinada colina, se encontró con un lindo conejo que estaba disfrutando de una deliciosa cena de zanahorias y pasto verde.

El hombre en ese instante le pregunto al conejo que si le podría compartir algo de su comida, pero se dio cuenta que sobraba un poco de pasto. El conejo preocupado por el estado físico del hombre, se ofrece como alimento para que el pueda sobrevivir. El hombre al ver esa valiente acción, acepta comer al conejo, no sin antes darle algo a cambio para que todos lo recuerden al levantar la mirada hacia la luna.

Tomó al conejo, lo levanto muy alto hacia la luna y plasmo su silueta en la luna. Desde ese día, aquel pequeño animalito que le salvo la vida a un pobre hombre quedo recordado para siempre en la luna, en donde se dice vive felizmente.

MEMORIAS DEL PADRE KARRAS




No recuerdo exactamente a qué edad sentí la vocación, pero lo que sí sé es que era un joven inocente y libre de pecado




A los quince años una inquietud empezó a invadirme y no dejé de pedirle a la virgen y al espíritu santo que me iluminarán. Por fin un día lo decidí y acudí al párroco de mi iglesia para consultarle qué era lo que tenía que hacer para convertirme en sacerdote. Gracias a su ayuda y a nuestras largas discusiones en materia espiritual entré en el seminario





Después de dos años de estudiar filosofía y de cuatro de estudiar teología por fin fui ordenado sacerdote, aunque decidí seguir estudiando y realicé una tesis sobre exorcismo. Así sin pretenderlo me convertí en especialista en demonología y fui designado como sacerdote exorcista del vaticano.





Antes de realizar mi primer exorcismo, acudí a varios congresos sobre esta práctica. Fue en uno dónde conocí al padre Merrin, un anciano sacerdote jesuita estudioso de antigüedades relativas a cultos satánicos y quizás el más hábil exorcista que jamás haya conocido. Reconozco que me desanimó y sentí que aún no estaba preparado.




Para escaquearme del ejercicio de exorcista, convencí al Vaticano de que me dejara estudiar siquiatría haciéndoles ver que sería algo que completaría mi formación. Lo que no sabía es que esa decisión me acercaría aún más a Pazuzu del que Merrin me había hablado.





Pazuzu, uno de los siete demonios malvados.
Sí, lo confieso me daba miedo y a veces, se aparecía en mis sueños, convirtiéndolos en terribles pesadillas.





Maldito Pazuzu… Algo debía saber el muy cabrón porque al poco tiempo falleció mi madre y entré en una terrible crisis de fe. Me sentía terriblemente culpable por no haber acompañado a mi madre en los últimos momentos de su vida. Mientras yo marcaba un tremendo golazo que aún recuerdan las parroquias vecinas, mi madre entregaba su último aliento.





A mí siempre me había gustado el futbol pero me sentí tan mal que ya no volví a tocar un balón aunque las malas lenguas dicen que durante unos años me cambié de nombre y participe en un par de ligas de un país lejano. Mentira, todo mentira. No volví a tocar un balón, bueno sólo a escondidas





A pesar de mi melancolía intenté seguir cumpliendo mis obligaciones como sacerdote sin saber que a pocos metros de mi casa Pazuzu iba a desatar todo su mal desencadenando una tragedia que cambiaría por completo mi vida.





Pazuzu, totalmente encabronado, invadió el cuerpo de una virginal niña, Megan, que vivía con su madre, una actriz de poca monta y con fama de haber protagonizado películas guarrillas.





La niña comenzó a experimentar cambios y lo que parecían síntomas de alguna enfermedad extraña se fueron complicando hasta el punto que ningún médico podía dar respuesta a su afección.
Trastornos mentales, ataques epilépticos, desdoblamiento de personalidad fueron en aumento en la pequeña hasta que después de un episodio, la madre de Megan lo tuvo claro y decidió por fin buscar ayuda en la Iglesia





Recuerdo que eran las dos de la madrugada. Atormentado aún por la muerte de mi madre, aquel día no conseguía conciliar el sueño. Sin poder pegar el ojo, deambulaba en mi pequeño apartamento cuando de pronto sonó el teléfono.





No se lo crean todo     


Leyenda del USS Hornet CVS-12

El USS Hornet CVS-12 fue un portaaviones clase Essex de la Armada de los Estados Unidos. Construido en 1942 y puesto en funcionamiento en noviembre de 1943, su nombre original era USS Kearsarge, pero se renombró en honor del USS Hornet CV-8, hundido en octubre de 1942.

El Hornet, ganó 9 nominaciones especiales por su participación en la Segunda Guerra Mundial y fue el encargado del rescate de la tripulación del Apolo XI a su regreso de la Luna el 24 de julio de 1969. Lo dieron de baja en 1970 con el título de Monumento Histórico Nacional. En 1998 se abrió al público como museo en la antigua Estación Aérea Naval de Alameda en California y es aquí donde comienza su historia como buque encantado.

Los historiadores estiman que cerca de 300 personas murieron mientras trabajaban en el barco mientras estuvo en servicio, tal vez esta sea la razón, de que cinco años después de su llegada a la Alameda, el personal y los visitantes hayan informado de fenómenos inexplicables dentro de la nave.


Se escuchan pasos y voces, cuando no hay nadie a bordo, marineros y oficiales desconocidos se desvanecen con las violentas corrientes de aire, que se presentan aun en habitaciones cerradas. El equipo e instrumentos funcionan por cuenta propia. Aunque las más de cuarenta personas que laboran en el museo no creen en eventos paranormales, no tienen explicación alguna para los hechos que aquí suceden, mismos que atraen una gran cantidad de parapsicólogos y curiosos al viejo navío.

Leyenda de la casa de los muertos

En Cáceres, hay un viejo caserón de dos plantas, que hoy en día, alberga la Casa Museo Árabe Yusuf Al Borch. Ubicado en la calle Cuesta del Marqués, número 4, en las inmediaciones de la plaza de San Jorge. Este inmueble es mejor conocido como: “La Casa de los Muertos“, debido a los extraños sucesos que se desarrollaron en su interior y que lo han llevado a la fama desde mediados de los años setenta.

La construcción data del siglo XII, perteneciendo en sus inicios a un mercader musulmán, representaba un buen ejemplo de una casa típica de esta cultura existente en la ciudad por siglos. Durante mucho tiempo, estuvo cerca de la ruina debido a su abandono, hasta que la humilde familia De la Torre, la convirtió en su residencia. Don José y su hijo Ángel dedicaron más de 11 años en su restauración. Pero no tardaron tanto en notar que algo raro pasaba en su interior.


Extraños ruidos de pisadas en mitad de la noche, golpes en los muros, ventanas y puertas que se abrían solas, muebles que se trasladaban de un lugar a otro… el embrujamiento de esta casa no pudo quedarse en secreto, pero esto no influyó en la tranquilidad de la familia, sino hasta agosto de 1984, cuando los hijos adolescentes del matrimonio se convirtieron en protagonistas de incontables eventos extraños, los cuales sucedían siempre a la misma hora. Y que terminarían en el primer encuentro con el fantasma. Los chicos dormían en un colchón tirado en el suelo, cuando pudieron escuchar a la perfección unas fuertes pisadas que se acercaban y se paraban junto a ellos. Una noche los sonidos fueron tan intensos que salieron corriendo a la calle llenos de temor. Pronto los sucesos ocurrieron también durante el día, objetos tan pesados como una maceta de ocho kilos, eran movidos con facilidad de un lugar a otro.

Según dijo a Europa Press el actual propietario de la instalación, dicho fantasma aún se pasea por el museo, visitado a menudo por turistas. El espíritu se manifiesta, pero, según una médium, es “bueno” y no quiere causar daño. También le describió como una mujer joven y bella, de unos 40 años, que vestía una especie de kaftan. Su presencia ha sido sentida tanto por los habitantes del museo, como por visitantes, siendo estos últimos, los que han tenido la necesidad de salir corriendo, al sentir que algo muy extraño los persigue.

La fama de esta casa embrujada ha llamado la atención de varios medios de televisión, algunos médiums e investigadores dispuesto a descubrir al fantasma, llenando las habitaciones de cámaras y micrófonos, pudieron comprobar que las velas se encendían solas y escuchar la voz de una mujer gritando muy claro: —ahora.



Muchas personas han vivido estas experiencias extrañas dentro del recinto. Salen de la casa con el vello de punta o excesivamente nerviosos. Incluso el mismo propietario ha declarado que su familia tiene miedo, pero tratan de entablar una buena relación con el fantasma, dirigiéndole educados saludos, pues tienen que seguir abriendo el museo.

Nadie sabe explicar claramente la procedencia de este fantasma, pero los lugareños afirman que, en épocas pasadas que no han podido precisar, se cometieron allí varios asesinatos y asocian estos hechos de con los sucesos paranormales que se desarrollan hoy en día. Bien dicen que ¡Donde hubo sangre, fantasmas quedan!

Leyenda de La Torre de Londres


Enclavada dentro del distrito de Tower Hamlets, al norte del río Támesis se encuentra La Torre de Londres (oficialmente el Palacio Real y Fortaleza de su Majestad), un castillo histórico fundado a finales de 1066 y terminado por Guillermo el Conquistador en 1078. Utilizada como prisión, centro de ejecución británica, fortaleza, etc. Fue reuniendo durante todas estas etapas, terribles historias de muerte y sufrimiento, que sobreviven hasta nuestros días.


Su fantasma más famoso es sin duda, Ana Bolena, la segunda esposa de Enrique VIII, cuyas apariciones han roto records, al dejarse ver más de 30.000 veces desde su muerte en 1536. Esta hermosa joven fue decapitada por orden de su marido, acusada de adulterio e incesto y se presentaba deambulando en la fortaleza, mostrando su cuerpo sin cabeza. En 1864, un joven centinela vio aparecer su nebulosa figura e intentó dispararle, pero ella lo traspasó sin problemas. Dos soldados más fueron testigos del hecho y corroboraron su historia.

También la quinta concubina del monarca, Catherine Howard sufriría esta trágica muerte. Se dice que sus gritos desesperados de auxilio aún se escuchan en el pasillo por donde intentara escapar antes de sucumbir bajo el filo de un hacha. Sin embargo no termina aquí la lista de almas en pena provocadas por las decisiones del Rey Enrique VIII, quien ajusticiaría a su propia madre, Margaret Pole, condesa de Salisbury, en 1541, tras una arrebato de ira, condenándola a aparecer siempre en el aniversario de su ejecución acompañada de una procesión.

Otro de los espectros ligados a este edificio pertenece a Lady Jane Grey, sentenciada en Febrero de 1554 y decapitada en la explanada enfrente de la torre. Después de ser Reina de Inglaterra por nueve días. En 1957, durante el aniversario de su ejecución, dos guardias la vieron aparecer ante sus ojos.

Dentro de estos muros, también se manifiestan fantasmas de animales y del Arzobispo de Canterbury Tomas Beckett, golpeando un crucifijo contra la pared. Entre las apariciones más extrañas, se encuentra aquella sucedida en octubre de 1817, a Edmund Lenthal Swifte, guardián de las joyas de la corona, mientras cenaba con su familia en la Torre Martín. Ellos vieron un cilindro de cristal lleno de un turbulento líquido azul y blanco, estaba suspendido exactamente encima de la mesa y después avanzó lentamente hasta colocarse detrás de la mujer de Swifte. Cuando esta empezó a gritar Swifte arrojó una silla y el contenedor espectral desapareció.



Actualmente, se menciona un lujoso edificio de oficinas situado frente a la Torre de Londres. Donde se observado la aparición de una dama inmóvil en la primera planta, junto a una fuente. La identidad de la aparecida fue atribuida a Elizabeth Thomas Howard personaje histórico muy conocido en Inglaterra pero que jamás en su vida tuvo algo que ver con la Torre.

Hoy en día la fortaleza, está abierta al público, bajo vistas guiadas, en donde curiosamente no se habla una palabra de fantasmas, ya que esto se considera de mala suerte.

Cuento de terror de una marioneta

Eran las dos de la mañana cuando las chicas volvían a prisa de la fiesta, no obtuvieron el permiso de sus padres, así que escaparon y quería volver antes de ser descubiertas. Planearon saltar la barda de su casa internándose en el terreno baldío colindante, sin embargo, antes de que pudieran adentrarse en él un viejo alto, delgado, muy demacrado salió al paso por el oscuro callejón. Intentaba correr a pesar de su cojera, y su avanzada edad, además balbuceaba cosas inentendibles.


Las muchachas por supuesto saltaron del susto, la imagen de aquel hombre estaba más cercana a los muertos que los vivos, y todo empeoró cuando se acercó a ellas, tomándolas de los brazos, alzando la voz y gimiendo.

Aun con el terror posado en su cuerpo, las jóvenes alcanzaron a entender que el decrepito anciano pedía ayuda, parecía que alguien lo perseguía, se veía el miedo en sus ojos. Pronto se escucharon un par de pasos, parecían más bien taconeos, de inmediato las chicas lo sujetaron y buscaron un lugar donde esconderse juntos.


Mientras lo tocaban, sintieron como el cuerpo del viejo se estremecía, vibraba tanto que hasta sus huesos crujían, y ni podían mantenerlo en silencio, estaba en realidad aterrado, tanto que le era imposible contener los gritos y los dejaban salir en forma de dolorosos gemidos entre los dedos de las muchachas que le habían ya cubierto la boca.

Pero no pudieron seguirlo callando, cuando al ritmo de los pasos, apareció la silueta de una niña, —¡Papá…Papá! —se escuchaba su tierna voz llamándolo—¿Dónde estás?, porque me has abandonado?—las muchachas se sintieron tontas, según lo veían quien necesitaba el apoyo era la pequeña, así que salieron del escondite, no sin antes recibir una advertencia del viejo para que no se acercaran. Ellas hicieron caso omiso y fueron hasta la chiquilla…—¡Mátenla!, ¡Mátenla!—gritó el viejo a la distancia con su último aliento antes de caer petrificado al suelo, víctima de un infarto. Y la aparente niña saltó sobre las muchachas, desgarrándoles el rostro con afiladas uñas, mordiéndolas por todo el cuerpo.

Las hermanas gritaban aterradas, no podían creer lo que estaban viendo, aquello era solamente un pedazo de madera tallada y adornada como niña, una marioneta provista de vida gracias a poder maligno, pues eso evidenciaba su rostro siniestro y sus ojos endemoniados.



Con mucha dificultad, las chicas se defendieron, y corrieron a casa. Sin importar que todos se despertaran, gritaron a los cuatro vientos lo que había sucedido, por supuesto, nadie pudo creer en tan descabellada historia, igual si lo hubieran hecho, no existían pruebas, la marioneta maldita se llevó el cuerpo del hombre muerto y desapareció. Lo único que dejó atrás fueron cientos de astillas en el cuerpo de las muchachas, rasguños y mordidas, pero la herida más profunda quedó en su mente, en forma de un tétrico recuerdo, que aún les estremece y asusta hasta lo más profundo.