1. El alunizaje del Apolo 11 fue un fraude.
Según cifras de la NASA, un 11% de los ciudadanos estadounidenses creen que el viaje a la Luna fue un fraude.
Los teóricos de la conspiración nos cuentan una alucinante historia de fotografías retocadas, alunizajes falsos, presuntas rocas lunares que jamás han salido de la Tierra y astronautas programados psicológicamente para mantener la impostura.
Para ellos todo es fruto de un desesperado intento de evitar el desastre que hubiese supuesto la derrota estadounidense en la carrera espacial.
El presunto fraude lunar es un elemento muy presente en la cultura popular norteamericana, que aparece incluso en guiones cinematográficos como los de: “Los diamantes son para siempre” (1971) y “Capricornio I” (1978).
2. Reptiles extraterrestres dominan el mundo.
Según el periodista de la BBC David Icke, unos humanoides reptilianos son la fuerza detrás de una conspiración mundial dirigida a manipular y controlar la Humanidad. La mayoría de los líderes mundiales (incluidos Bill y Hillary Clinton, George Bush, Barack Obama y los miembros de la familiar real inglesa, según denunció al propio Icke Lady Di) son en realidad reptiles del sistema solar Alpha Draconis. Como ya adelantó “V”, el objetivo de los reptiles es someter a la Humanidad. Para ello utiliza golpes de efecto como, faltaría más, el 11-S.
3. El 11-S fue orquestado por el gobierno estadounidense.
Aunque algunas teorías alternativas a la oficial proponen que fueron los agentes secretos de Israel o Pakistán los que estaban detrás de los ataques, las teorías que han conseguido mayor repercusión suelen estar basadas en una de estas dos ideas:
Que el gobierno de EE. UU. tenía conocimiento previo de los ataques y deliberadamente no hizo nada para prevenirlos. Este grupo de teorías, por tanto, admite la existencia de los secuestradores islámicos y no cuestiona la causa del colapso de las Torres Gemelas, pero acusa al gobierno de permitir deliberadamente que los terroristas realizaran los ataques. Ha recibido el nombre de LIHOP (“let it happen on purpose”, “dejar a propósito que ocurra”).[1]
Que fue el propio gobierno de EEUU quien orquestó y perpetró los ataques. Este grupo de teorías cuestiona la causa del colapso de las Torres Gemelas, que sería una demolición controlada.[2] Se ha usado el término “Inside Job” (trabajo interno) para referirse a los atentados en este grupo de teorías. Ha recibido el nombre de MIHOP (“made it happen on purpose”, “hacer a propósito que ocurra”)
4. Los códigos de barras pretendían controlar a la gente.
Apocalipsis 13, 17: “…y que nadie pusiese comprar o vender sino el que tuviera la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre. (18) Aquí está la sabiduría. El que tenga inteligencia calcule el número de la bestia, porque es número de hombre. Su número es seiscientos sesenta y seis”
Uno de los mejores ejemplos es el de las predicadoras protestantes Mary Stewart Relfe. Esta última publicó dos libros, clásicos ya en la bibliografía apocalíptica, titulados Cuando el dinero falla y El nuevo sistema monetario (ambos publicados en España por editorial evangélica CLIE).
Stewart Relfe, como tantos otros estudiosos de último libro de la Bliblia, partió del supuesto de que el relato de Juan en El Apocalipsis, no sólo no es una visión equiparable a la de cualquier otro médium, contactado o vidente, sino que es una descripción exacta de lo que aguarda a la humanidad en un futuro inminente. Así pues, se puso a buscar en la prensa, los informativos, y médios especializados, una pista que le pudiese indicar donde se ocultaba ese 666 que revelaría la herramientas que Satán utilizará para acabar con la raza humana e imponer el reino del Diablo en el planeta…
Mary Stewart siguió la pista del 666 en todo lo que pudiese sugerir un peligro apocalíptico para la humanidad. Estudió las fechas de los principales conflictos bélicos; calculó la proporciones de las superficies nucleares del planeta; computó las equivalencias númericas a los nombres de los principales políticos; conjeturó sobre las cantidades de armas en los arsenales internacionaes… pero no terminaba de encontrar un 666 lo suficientemente evidente como para anunciar que había desenmascarado la táctica de “El Adversario”, así que siguió buscando. Buscó, buscó y buscó, y como era de esperar, encontró.
Sus libros Cuando el dinero falla y El nuevo sistema monetario, relatan su aventura tras la pista del Anticristo, al descubrir que en el código de barras, que controla ya la economía internacional, se ocultaba el número 666.
Steward Relfe supuso que, si el versículo 17 del capítulo 130 -por supuesto del libro del Apocalipsis- insistía en que “nadie podrá comprar ni vender” sin la marca de Satán, debería orientar sus pesquisas hacia el mundo de la economía. Y así se encontró con el código de barras, un ingenioso sistema de clasificación informática, que se haya impreso ya en la práctica totalidad de productos comerciales que podemos adquirir en todo el mundo.
Desde una cajetilla de tabaco a una botella de licor, desde un libro a un paquete de caramelos… en todos los productos que adquiramos en el supermercado más cecano, encontraremos impreso ese conjunto de rayas y números llamado “código de barras”. Pero si nos detenemos un instante con uno de esos códigos (haga la prueba tomando ahora cualquier producto y observando el código de barras que lleva impreso), observaremos una peculiaridad. Al principio del código hay una barra doble, un poquito más larga, que no tiene número debajo como las demás; justo en el médio del código hay otra igual, y hay una tercera idéntica al final del código.
Pues bien, Mary Steward consiguió localizar la empresa de diseño informático que había diseñado el sistema y averiguó, con sonrisa triunfal, que cada una de esas barras dobles simboliza un 6, la clave sexagesimal que decodifica toda la información acumulada en el código. Es decir, que en cada uno de esos códigos de barras impresos en todos los productos comerciales de la sociedad contemporánea, se ocultan un 6, 6 y 6. O dicho de otra manera, una clave 666 controla ya la economía internacional.
5. Carlomagno nunca existió: es un personaje de ficción. (Editado)
La Baja Edad Media no existió. En realidad estamos en el año 1711
La hipótesis del Tiempo Fantasma fue desarrollada por Heribert Illig en 1991 y sugiere que la 5_herman_2 Baja Edad Media (concretamente entre los años 614 y 911) nunca tuvo lugar, de modo que todos los sucesos atribuidos a este período pertenecen, en realidad, a otras épocas de la historia. Para Illig, Carlomagno es una invención de los cronistas medievales y el Románico vino inmediatamente después de la caída del Imperio Romano. La instauración del calendario gregoriano en 1582 fue un cronocrimen para ocultar el vacío de esos tres siglos.
6. Expediente X en el Area 51.
La naturaleza reservada y la indudable conexión con investigaciones de aeronaves clasificadas, junto con reportes de fenómenos inusuales, han conducido al Área 51 a convertirse en una pieza central del folclore moderno de los Ovnis y teorías de conspiración. Algunas de las actividades poco convencionales que se dijeron estar en curso en el área 51 incluyen:
El almacenaje, examen e investigación de una nave espacial alienígena (incluyendo material supuestamente recuperado en Roswell), el estudio de sus ocupantes (vivos y muertos), y la manufactura de aeronaves basadas en tecnología alienígena. Bob Lazar afirmó haber estado involucrado en dichas actividades, y también afirmó que el motor de estas naves funcionarían por medio del elemento químico nº 115, el “Ununpentium” (nombre temporal dado al elemento químico), y del que sólo se han podido crear isótopos.
Reuniones o labores comunes con extraterrestres. El desarrollo de exóticas armas de energía (para aplicaciones de defensa estratégica SDI – Strategic Defense Initiative) y dispositivos para el control del clima.
7. Microsoft envía mensajes en fuentes Wingdings. (no podia faltar microsoft)
Wingdings es una polémica fuente que viene de serie en todas las versiones de Microsoft
3_wingdings_2Windows. Poco después del lanzamiento de Windows 3.1 en 1992, se descubrió que la secuencia NYC traducida a Wingdings consistía en una calavera, una Estrella de David y sendos pulgares hacia arriba, en señal de aprobación de una supuesta matanza de judíos. Microsoft negó toda intencionalidad pero, por si acaso, cambió el resultado en subsiguientes versiones por un más inocuo “I ♥ NY”.
Lo que no quitaron los sionistas de Redmond fue todas las referencias al 11-S que se
esconden en Wingdings y que demuestran que, efectivamente, estaba todo planeado.
8. El ejército USA causó el tsunami de 2004 en el Océano Índico.
En la página dos de su artículo señala que la Oficina Geofísica de Indonesia había marcado un terremoto de 6.4 en la escala de Richter con su epicentro a 155 millas sur-suroeste de la provincia Aceh. La misma posición fue indicada por docenas de estaciones en Indonesia y la India. Esta posición se encuentra 250 millas al sur del lugar que oficiales americanos de NOAA habían señalado como epicentro de un terremoto de 8.0 en la escala de Richter. Al darse cuenta que esta fuerza no era suficiente para causar los daños provocados, los oficiales norteamericanos aumentaron curiosamente la intensidad del terremoto progresivamente a 8.5, 8.9 y 9.0. Un terremoto, indica Vialls, no es un proceso instantáneo sino anticipado por olas tipo “S” y choques posteriores. Si todo lo que se consigue es un conjunto de olas comprimidas tipo “P”, como los sismógrafos de Indonesia registraron tratase con casi seguridad de una explosión nuclear submarina. Alfredo Jalifa-Rahme, influyente israeli-estadounidense y director del The Jerusalem Post, diario vinculado a los ultrahalcones de EEUU en su artículo titulado “¿Prueba nuclear submarina provocó el tsunami?, artículo que tomamos de “La Jornada” de México del 9 de enero, afirma que el ejercito de EEUU y el Departamento de Estado recibieron aviso con varias horas de antelación del tsunami y hicieron poco o nada para alertar a los países asiáticos. La BBC de Londres se pregunta (el 5 de enero) cómo la flota norteamericana se encontraba en mar abierto y no en los puertos. La respuesta es obvia: de esta forma se salvó la base naval Diego García de EEUU ubicada en la zona. Había información previa al igual que en caso del 11 de setiembre y de igual forma fue selectiva la información entregada. Los únicos dos países avisados de los 13 afectados fueron Indonesia y Australia. Cuando Indonesia fue alertada ya fue golpeada por el tsunami y Australia, al encontrarse a varios miles de kilómetros no iba sufrir un peligro inmediato y se iba informar de todas formas a tiempo a través de las noticias.Haber provocado al tsunami constituye un crimen contra la humanidad pero es igualmente criminal haber ocultado deliberadamente la información a los países afectados. Pórtland Independent Media Center se pregunta el 30 de diciembre por qué EEUU nombró un militar y precisamente el general Blackman como jefe del programa de emergencia en Tailandia, Sri lanka e Indonesia, cuando fue el mismo Blackman quien dirigió la invasión de los marines en Bagdad en la operación “Iraqui Freedom”. Irónicamente esta operación de “ayuda humanitaria” brindada por militares y no por ONG´s a los afectados del tsunami se dirige desde la base naval en Diego García, base que se salvó por la misma información que retuvieron deliberadamente para los damnificados. La región de Aceh, la más afectada por el tsunami, es casualmente una zona muy rica de petróleo, pero cuya extracción se obstaculiza por una guerra civil que reina en este territorio. ¿Será este “know how” el criterio de la selección de Blackman para la ayuda humanitaria en una operación que cuenta con 2100 marines bien armados? Con el final de la era del dólar a la vista , una guerra en Irak ya perdida, los banqueros de Wall Street están buscando desesperadamente una nueva forma de no perder el control sobre el mundo concluye Joe Vialls.
9. Los nazis tuvieron una base en la luna.
10. El Pollo Frito Kentucky (KFC) vuelve impotentes a los negros.