sábado, 11 de julio de 2015

La Casa Encantada De Tócame Roque En Valencia

En España, la lista de casas o edificios que presentan algún caso de fenómenos paranormales o poltergeist es bastante amplia y, en muchos de estos casos, la historia acerca de los hechos acaecidos en estos lugares viene recogida en crónicas periodísticas o en actas policiales.



Sin embargo, el primer suceso catalogado como un verdadero expediente “x” tuvo lugar en el año 1915. Unos extraños ruidos turbaron la paz en el hogar de la familia Colmenero, cuyos miembros, un ex capitán de la guardia civil y sus dos hijas, vivían en el entresuelo de la vivienda sita en el número 7 de la Plaza del Esparto, uno de los lugares más emblemáticos del casco antiguo de Valencia, en pleno corazón del popular Barrio del Carmen.

Se trataba de unos sonidos fuertes y raros, como provocados por golpes violentos, capaces de alterar el natural latido del corazón a base de espanto. Pero, ¿de dónde procedían? Y, ¿cuándo acabarían?, se preguntaban los Colmenero entre la perplejidad y la angustia.

Porque aquellos episodios, lejos de remitir, siguieron produciéndose. Ocurrió en la primavera de 1915 y los sucesos se prolongaron durante días, tiempo en que el fenómeno se extendió por todo el inmueble y las viviendas adyacentes, dando lugar a que un gran número de personas fueran protagonistas, muy a su pesar, de aquel insondable misterio.

De hecho, aquellos episodios despertaron tanto pavor entre los inquilinos de las viviendas afectadas y expectación entre los vecinos de otros barrios valencianos, que las gentes se agolpaba en las calles colindantes a la Plaza del Esparto, azuzadas por toda suerte de emociones.

Se procedió a investigar, casi piedra por piedra y palmo a palmo la procedencia de aquellos extraños y ensordecedores ruidos, quedando recogidos en los informes y actas policiales que allí mismo se levantaban y que, efectivamente, venían a confirmar los testimonios de aquellas gentes que aseguraban que, a determinadas horas, comenzaban a escucharse sonidos que no concordaban con la naturaleza del edificio.

No obstante, y aunque nadie negaba aquellos fenómenos, los alrededor de cuarenta agentes de policía que estaban destinados a las labores de rastreo e investigación vieron cómo el fruto de su trabajo no arrojaba resultado alguno que pusiese fin a aquel terror.

Ante ese fracaso, se intentó por parte de las autoridades zanjar el asunto achacando la causa a diferentes muebles como camas y armarios y a un tabique mal fabricado y que vibraba, con la vana intención de silencios y tranquilizar a los aterrados vecinos.

Pero lo cierto es que, a pesar de las explicaciones de los funcionarios, los extraños ruidos no solo continuaron sino que fueron incrementando su intensidad propagándose ya por las vigas del propio edificio.

La situación se tornó totalmente insostenible para aquellas humildes gentes en aquel verano de 1915. La ciudad de Valencia fue invadida por una oleada de noticias y rumores acerca del bautizado como “Duende del Esparto” que situaban en el epicentro de esta vorágine, la vivienda situada en la Plaza del Esparto.

Los periódicos de aquella época, algunos como Las Provincias o Levante, que siguen produciendo diarios hoy en día, se hacían eco de la noticia y saltaba a la calle con páginas que narraban aquellos extraños sucesos. En las cercanías de la placita, multitud de curiosos se agolpaban para intentar ser testigos oculares de aquellos prodigios.

Dichas manifestaciones o reuniones se llegaron a tornar en desgracia debido a las cargas policiales que se producían, ordenadas por las autoridades en un intento desesperado por mantener el orden y no provocar un pánico aún mayor.

Los oficios religiosos fueron incrementándose, seguramente ante la creencia de que, quien producía aquellos ruidos fuera un alma en pena y, estas buenas gentes, creyesen que rezando o encargando misas por él, este se apaciguaría.

Así transcurrió el mes de junio y parte del de julio en Valencia y cada vez los habitantes de aquel edificio se sentían más agotados y desesperados. Parecía que el nuevo inquilino no tenía intención alguna de marcharse de aquella casa.

Se intentó un último registro por parte de las autoridades municipales donde se llegaron a realizar pruebas con la tecnología más avanzada que existía en aquella época. Se registró minuciosamente la red de alcantarillado de casi todo el barrio, así como canalizaciones, posibles acequias y pozos que, por aquel entonces, eran frecuentes incluso en pleno centro de Valencia. Todo fue inútil.

Y de repente al igual que comenzó el fenómeno, es decir, sin previo aviso, el 13 de julio se terminaron los ruidos y, con ellos, la desesperación y el terror de la familia Colomero y los demás vecinos de aquel inmueble, recuperando la rutina y la tranquilidad.

Este fue, sin duda, el primer caso de casa encantada en la historia moderna de España.

Extraños Llantos En La Casa Cuna De Cádiz

Fundada en el año 1621 como hospicio de la ciudad gaditana, el emplazamiento donde se ubicaba esta Casa Cuna o Casa de Expósito se ha convertido en todo un centro de actividad paranormal, convirtiendo en una gran atracción para los amantes del misterio.



Apariciones espectrales, extraños sonidos, susurros, llantos, gritos, lamentos y un sinfín de apariciones fantasmales parecen sucederse en el emblemático edificio que fue arrasado durante la explosión que asoló Cádiz en 1947.

Situado en la antigua calle doctor Tolosa Latour, en el actual barrio de San Severiano, este local, dirigido por monjas de la caridad desde el principio, fue destinado a recoger, mediante el sistema de torno, a los hijos ilegítimos y a aquellos de los que sus padres no podían hacerse cargo. Eran los llamados Niños del Hospicio.

Tras una larga vida sin incidente, la trágica noche del 18 de agosto de 1947, supuestamente a causa del calor, hacían explosión los polvorines subterráneos de la base número uno de la Defensa Submarina que guardaban 1947 minas submarinas procedentes de la Segunda Guerra Mundial y supuestamente inactivas.

De hecho, la casa cuna quedó totalmente devastada quedando únicamente en pie los paredones centrales del edificio. Pese a ésto, el desplome del techo por completo, acabó aplastando a todos los residentes y aunque muchos cuerpos pudieron ser rescatados para recibir sagrada sepultura en él, también polémico aunque ya clausurado cementerio de San José, muchos otros nunca fueron encontrados.

Tras esto, los pocos restos del edificio que quedaban de pie, son demolidos en el año 1956, y los escombros retirados para la construcción de un nuevo centro, concretamente la Institución Generalísimo Franco que posteriormente fue renombrada como Institución Provincial Gaditana.

Nuevamente dirigido por religiosas, este centro abre sus nuevas puertas como colegio estrictamente femenino, el cual acogían a alumnas tanto internas como externas. Son las internas las primeras en percatarse de que algo raro pasaba en el lugar. Durante la madrugada éstas solían escuchar el llanto de bebés, risas y carreras de niños, presencias extrañas e incluso sombras en el pasillo.

Las estudiantes eran testigos de puertas que se abrían y cerraban solas, fuertes golpes de desconocida procedencia y campanas que sonaban sin que nadie las hiciese sonar. Incluso alguna afirmó haber visto el espectro de una monja vestida a la antigua usanza en el patio del colegio.

Lógicamente, las jóvenes internas comentaban los diferentes episodios que iban viviendo y la situación llegó a tal punto que las religiosas llegaron a prohibir cualquier referencia al tema, aunque los sucesos se siguieron sucediendo de forma inevitable.



A principios de la década de los 90, el edificio es vendido pasando a formar ser la sede de la cadena Radio Onda, y sus operarios, los objetivos de lo que en este lugar mora.

Durante esta etapa, se produjo uno de los acontecimientos más famosos del lugar. El estudio, situado al final de una larga escalera que desembocaba en un estrecho pasillo, tenía una gran cristalera por la que, el equipo de radio que esa noche estaba allí trabajando, vio como por el pasillo iban corriendo varios niños ataviados con vestimentas de varias décadas atrás. Ante tal acontecimiento, uno de los operarios se dirige a los jóvenes con la intención de interrogarlo. Cuál no sería el espanto del pobre operario que al asomar la cabeza al pasillo pudo comprobar cómo allí no había nadie.

Tras varios años con esta situación, el edificio se reduce y queda relegado a oficina del INEM. En este punto se detiene el fluir de los acontecimientos dado que el mutismo de los empleados es total y nadie quiere informar de si en su interior se siguen produciendo fenomenología fantasmal.

Pero las recientes excavaciones destinadas a demoler las alas del edificio pueden arrojar algo de luz sobre el tema ya que, durante las labores de desescombro y nueva cimentaciones, se han hallado los restos de una necrópolis romana.

Sea como fuere, lo cierto es que la zona ha quedado gravada en la cultura popular gaditana como un referente de sucesos extraños.

El Poltergeist de Enfield, Inglaterra



En la ciudad inglesa de Enfield vivía en 1977 una familia de apellido Harper integrada por una madre separada y sus cuatro hijos: Rosa, de trece años; Janet, de once; Pedro, de diez, y Jimmy; de siete. La madrugada del treinta de agosto, las camas de Pedro y de Janet, que dormían en la misma habitación, comenzaron a moverse. Los niños comenzaron a gritar y la madre acudió inmediatamente en su ayuda. Los niños le contaron a su madre que la cama de Jane había comenzado a moverse sola y la madre creyendo que se trataba de una pesadilla, los calmó y los acompaño hasta que volvieron a dormirse.

La noche siguiente el suceso volvió a repetirse; Esta vez fue la Sra. Harper quien vio cómo la cómoda de la habitación de sus hijos se movía, desplazándose unos cincuenta centímetros. Intentó ponerla en su lugar pero a los pocos segundos, la cómoda volvió a correrse como si tuviera vida propia. La Sra. Harper acudió a sus vecinos, quienes constataron que se escuchaban golpes misteriosos, y luego llamó a la policía. Pero ésta no pudo hacer nada. A la mañana siguiente, casi a la misma hora, los juguetes de los niños fueron arrojados por el aire como por una mano invisible. Los vecinos llamaron a la prensa y los redactores del diario Daily Mirror se pusieron en contacto con la Sociedad de Investigación Psíquica, la que envió a uno de sus miembros, Mauricio Grosse, un renombrado ingeniero consultor. Unos días más tarde, Guy Playfair llegó a Enfield para ayudar a Grosse.



Los lanzamientos y las caídas de objetos prosiguieron en presencia de ellos. A la casa llegó también una médium y, durante un trance, afirmó que el encantamiento se había centrado en la pequeña Janet y que muchas, “entidades” enviaban su energía a las auras de Janet y de su madre. La llegada de la médium al lugar pareció tener un efecto de calma sobre la familia y durante unos días las manifestaciones cesaron casi totalmente.

Durante la noche del 8 de septiembre, Grosse y tres reporteros que vigilaban oyeron un ruido en el dormitorio de Janet. Al subir a la habitación, vieron que una silla que estaba ubicada al lado de la cama de Janet había sido lanzada por el aire unos dos metros. En ese momento Janet estaba dormida y nadie había visto el movimiento de la silla. ¡Sin embargo, volvió a ocurrir una hora más tarde… y esta vez uno de los fotógrafos logró tomar una fotografía del evento.

A finales de octubre, la actividad paranormal había comenzado a tornarse peligrosa para los habitantes de la casa. Los muebles cambiaban de lugar, los cobertores de las camas eran arrancados, charcos de agua aparecían y desaparecían como por arte de magia. Una rejilla de la chimenea cayó sobre la almohada de Jimmy, muy cerca de su cabeza; Un radiador de gas fue arrancado de la pared. Incluso sucedían incendios espontáneos en distintos lugares de la vivienda y se extinguían solos sin dejar manchas o quemaduras.

Grosse y Playfair trataron de comunicarse con la “Entidad” por medio de golpes y raps, experimento a través del cual lograron saber que la fuerza paranormal que allí existía había habitado la casa durante treinta años. Más tarde, los niños vieron siluetas y sombras en la casa. Frente a numerosos testigos, la “entidad” zarandeó un poco a las dos niñas y dejó un mensaje diciendo que rehusaba partir.



Pensando que el poltergeist podría ser obra de Rosa y de Janet, la Sociedad de Investigación Psíquica envió esta vez un equipo de investigadores al lugar de los hechos, pero no lograron encontrar ningún indicio de fraude. De hecho, quedó claro que todo giraba en tomo a Janet. Esta presentaba, cada vez más, señales de “posesión”, tales como convulsiones, trances, etc. En diciembre, el poltergeist agregó silbidos y ladridos a su panoplia y la entidad, a través de una voz desencarnada, dijo llamarse Joe Watson. A continuación, cambió varias veces de voz y de identidad, insistiendo siempre sobre el hecho de que hablaba por una persona muerta. El poltergeist empezó a mostrar otros talentos y a atacar cada vez con mayor violencia a Janet, tratando de estrangularla con las cortinas y persiguiéndola con un cuchillo que flotaba por el aire. El lugar empezó a tener mal olor, los dos peces rojos fueron encontrados muertos en su pecera y aparecieron mensajes obscenos en los muros. Otro médium intervino, entonces, para “cuidar las auras de toda la familia” y la calma volvió por algunas semanas más.

Desde entonces, los sucesos sobrenaturales continuaron produciéndose de forma menos violenta, con apariciones furtivas de distintos personajes, entre los cuales hubo un doble de Mauricio Grosse. Janet tuvo que quedarse unos días en el hospital y durante ese tiempo la actividad del poltergeist desapareció por completo. En cuanto regresó, sintiéndose mucho mejor de salud, el fenómeno llegó a su fin. Un médium holandés llamado Gmcling-Mey puso fin, en forma definitiva, a las manifestaciones después de realizar, según dijo, una intervención en el “plano astral”. Finalmente en el mes de abril de 1979, todo terminó.

Fenómenos Paranormales bajo las Profundidades del Mar.

En la actualidad hay una gran cantidad de investigaciones paranormales y programas televisivos que ofrecen sus experiencias con lo imposible. Pero en Florida, Estados Unidos, podemos encontrar un equipo de investigadores paranormales fuera de lo común. Paranormal Divers es el primer equipo de investigación paranormal submarina del mundo, que desde su fundación han buscado espíritus en casi cualquier tipo de lugar acuático, teniendo una gran cantidad de experiencias paranormales acuáticas.

En una expedición, los buzos descubrieron un fenómeno inexplicable, una extraña luz en las aguas debajo de Sunshine Skyway Bridge en la bahía de Tampa. El puente Skyway original se derrumbó en 1980, donde cerca de 35 conductores fallecieron. Con el paso del tiempo, el puente se convirtió en un sitio popular para los suicidas. Más de 200 personas se han suicidado desde la construcción del nuevo tramo en 1987, incluso un hombre se vio obligado a saltar a punta de pistola. ¿Podrían estar relacionadas estas muertes con las misteriosas luces?
En otra expedición, los buzos paranormales consiguieron obtener la primera fotografía acuática fantasmal de la historia. Fue capturada en una caverna subterránea inundada a 40 metros de profundidad, la misteriosa fotografía parece mostrar la máscara de un buceador flotando en el agua. Un miembro del equipo tuvo que regresar a toda prisa después de oír los misterios gritos que procedían desde el fondo de la caverna.
“Estuvimos investigando la caverna y pudimos escuchar el sonido de una voz gritando, ese era el mismo sitio donde un buzo perdió su vida en trágicas circunstancias”, según informó el equipo de ParanormalDivers.com. “Esta es la cosa más real que he visto en mi vida. Hasta donde sabemos, es la primera fotografía submarina que se puede apreciar a un fantasma.”

Situado a medio camino entre las Filipinas y Hawai, Truk Lagoon fue el sitio de una gran batalla entre los Estados Unidos y Japón en 1944. Alrededor de 60 buques y 275 aviones se hundieron bajo las aguas durante un ataque de los Estados Unidos, conocida como la Operación Hailstone, donde miles de soldados perdieron sus vidas. Después de 69 años, los restos humanos desparecieron, peros todo el arsenal como los camiones, parecen tener vida propia.

El barco japonés Hoki Maru se hundió con un cargamento de camiones. En los últimos años, los buzos han informado escuchar el sonido de sus motores funcionando, incluso cuando no hay barcos en la superficie. Los misteriosos informes también provienen del barco Fuji Kawamaru donde al parecer se escucha los motores de la sala de máquinas. Muchos equipos de investigación paranormal han explorado los restos submarinos de Truk Lagoon, y quienes afirman haber escuchado los motores funcionando bajo el agua. En otros casos, incluso han llegado a grabar algo que sonaba como una voz humana, así como ver presencias humanas entre los restos bajo las aguas.

Un tema común en las historias relacionadas con apariciones fantasmales bajo las aguas son las misteriosas desapariciones de buzos. Varios informes hablan de hombres y mujeres que aparecen en el agua y luego desaparecen sin dejar rastro. El año pasado, un equipo de instructores de buceo en Santa Rosa, California, observaron, según informaron, un buzo con un tanque de color rosa flotando cerca del acceso de una gruta marina. Cuando se acercaron, sin embargo, el buceador desapareció. Los instructores informaron del extraño suceso a las autoridades, quienes les dijeron que no eran los primeros en encontrar a la misteriosa figura humana en el acceso a la gruta.



Un relato similar apareció en los medios de comunicación en 2007. Después de una tarde explorando las aguas cerca de Granada, California, un grupo de buceadores regresaron a bordo de su barco para comparar notas. Un buceador le preguntó al resto del grupo si habían visto un buzo con una camisa blanca. Los otros buzos pensaron que estaba bromeando, pero el hombre insistió en que había visto a alguien buceando cerca de él.

“Llevaba una camiseta blanca y un tanque de buceo, además me saludó”, explicó el buzo.

Rápidamente, la tripulación del barco realizó un recuento, pero no faltaba nadie y no había otros barcos a la vista. Nunca se pudo encontrar explicación al misterio del buzo con una camisa de color blanco.

Sin embargo, también hay encuentros de apariciones fantasmales con buceadores profesionales. Uno de estos buzos se atrevió a compartir una misteriosa historia. J. es un buzo profesional de la policía de California, donde un día tuvo que atender el desgraciado accidente de su mejor amigo, quien se había ahogado. El día después del funeral de su amigo, se encontraba de servicio en la embarcación policial, cuando pudo observar con sus propios ojos la figura de su amigo accediendo a la embarcación lentamente. J. no podía creer lo que estaba viendo, y rápidamente se dirigió a informar del misterioso suceso a sus compañeros. Cuando explicó lo sucedido, los compañeros pensaron que tenía algún trastorno por la muerte de su amigo, pero cuando todos salieron a la cubierta de la embarcación pudieron ser testigos de lo imposible, la aparición fantasmal estaba allí, saludando con la mano, para que a los pocos segundos después abandonara la embarcación despareciendo en la profundidad de las aguas. Nadie fue capaz de explicar lo que sucedió, pero todos estaban seguros de lo que vieron.

Estos casos son una prueba más de que las apariciones fantasmales también tienen lugar en cavernas submarinas y restos de naufragios. Pero por desgracia, la información aportada es mínima, ya que en muchos casos los episodios ocurridos son ocultados por sus protagonistas, para que la sociedad no les tache de locos.