lunes, 9 de noviembre de 2015

Los extraños tumores con rostro humano

Una leyenda japonesa cuenta que algunas personas pueden desarrollar tumores en el cuerpo que se comportan como seres humanos, pues comen y beben.


El tumor con rostro humano sería una especie de Yokai (espíritu) o una enfermedad misteriosa. Una herida surgiría en cualquier parte del cuerpo que al ser infectada se convertiría en una especie de hinchazón con un rostro, siendo capaz de hablar, comer y beber.

El médico Hoken Katsuragawa (1797-1845), hizo una investigación médica sobre los tumores con rostro humano. En los ensayos del autor, se destaca en el resultado de su análisis evidencia de que el tumor poseía una boca semejante a la de un ser humano cuando está abierta, las arrugas y protuberancias formaban algo parecido a los ojos y nariz humana y cuando el paciente se movía o contraía, causaba la impresión de que el tumor estaba respirando, el doctor concluyó que no se trataba de un monstruo mitológico como había sido encarado hasta entonces, sino más bien, de una inflamación muy similar a un rostro humano.

¿Cómo curarlos?


Ilustración muestra un tumor con rostro humana en la pierna.

La cura vendría alimentando al tumor con un remedio o veneno. Uno de estos remedios provenía del polvo de la planta conocida como Fritillaria verticillata, que debía ser insertado en la boca del tumor. En algunos casos, también curaban al paciente recitando el Sutra del Loto.

Existía la creencia de que el tumor con rostro humano debía su origen a las malas acciones de las personas, como una especie de castigo. He aquí algunos ejemplos:

– El borrador de la novela “Jinmensou” de Seishi Yokomizo, en diversas notas dice que una vez un hombre mató a una mujer y después le surgió un dolor en la ingle, se trataba del rostro de la muerta. De nada le sirvió intentar los tratamientos médicos o las oraciones de los monjes pues por más que el tumor fuera cortado o retirado, este volvía a aparecer, así que el hombre se fue a vivir aislado y escondido de la sociedad.

– También se conoce la novela basada en la historia del fantasma de “Kasane ga fuchi“, escrita por Bakin Kyoukei, en la que el odio de la protagonista Kasane toma la forma de un tumor con un rostro humano que escupe veneno y perjudica a las personas, convirtiéndoles el rostro en una masa de carne desfigurada y horrenda como el de ella.

– En el compendio de historias misteriosas, los “100 relatos de las Provincias” de los años de Enpou (1673-1681), también existe la asociación de las acciones humanas con la misteriosa aparición del tumor: En la ciudad de Usui, en Shimofusa (actualmente la ciudad Sakura, Prefectura de Chiba), vivía un hombre llamado Hei Rokusaemon que tuvo una aventura con una sirviente. En un ataque de celos su mujer mató a la esclava, y desde entonces, surgió una extraña hinchazón en el hombro derecho de Hey Rokusaemon, mientras que su esposa murió unos días después. Posteriormente surgió otro tumor con rostro humano en su hombro izquierdo y las dos heridas conversaban sin parar con el hombre, que de llegar a ignorarlas, sufría un sofocamiento indescriptible. Un día, un monje le pidió posada en su casa, tuvo conocimiento de los hechos y decidió recitar el sutra del loto a las heridas del hombre, fue en este momento que dos serpientes emergieron de los tumores y el monje las capturó para enterrarlas cerca de la casa. Una vez finalizado el sutra, los tumores desaparecieron de los hombros del hombre.


– En el periodo Meiji, se publicó una noticia sobre un tumor con rostro humano en la antigua versión del periódico de Kioto, en el momento llamado la Gaceta de Shiga Kyoto. De acuerdo con el artículo del día 25 de agosto de 1882, en el municipio de Minamimuro, provincia de Mie, un agricultor sufría de un tumor con un rostro humano en la ingle, mismo que tenía una boca que se movía como si estuviera pidiendo comida. Al intentar alimentar el extraño tumor, la herida no sólo habría comido un plato lleno de arroz, y otros 3 kg de alimento, sino que también habría “pedido” más.



En los tiempos modernos, existe la teoría de que esta extraña enfermedad sería un tipo extraño de elefantiasis.


Otra ilustración de un enfermo con un tumor en la rodilla.
Un caso reportado


Ilustración de una persona a alimentando un tumor con rostro humano.

“Cierta vez en Okura, en Yamashiro (actual aldea Okura, ciudad de Uji, Kioto) un granjero cayó enfermo y después de medio año le vino una extraña hinchazón en su pierna izquierda. La hinchazón parecía una cara, con ojos y boca que le causaba un dolor punzante.

Cuando experimentó servirle una bebida a la boca del tumor, este se puso rojo como si estuviera borracho y al colocar arroz, la cosa movía la boca como si estuviera masticando, para luego tragar.

Al alimentar el tumor el dolor disminuyó, pero si dejaba de darle de comer, el dolor se volvía insoportable. El agricultor perdió tanto peso que era sólo un saco de piel y huesos. Visitó médicos de aquí y allá, pero nunca encontró un remedio para su mal por lo que solo le restaba esperar la muerte.

Inesperadamente, un monje que viajaba por las provincias, visitó al enfermo, diciendo que sabía una manera de curar la extraña enfermedad, pero era necesario que el agricultor vendiera todas sus propiedades en las que plantaba y las convirtiera en dinero.

El monje con el dinero, compró numerosas variedades de medicamentos y comenzó a ponerlos uno por uno en la boca del tumor.

La herida se tragó medicamentos sin ningún problema, sin embargo, se negó a ingerir la Fritillaria verticillata. Así que el monje pulverizó la planta y obligó al tumor a tragar el polvo. Después de 17 días, el tumor desapareció para la alegría del agricultor”.

El mencionado informe fue escrito por Ryoui Asai, bajo el seudónimo de Togiboukou, en el pergamino número 9 sobre el tumor con un rostro humano.

La muerte no existe, afirma prestigiado investigador americano

La polémica afirmación del científico está basada en la física cuántica y el biocentrismo para explicar que la idea de un fin es una creación de nuestra mente.


No todos los días podemos ver a los científicos aventurarse a explorar temas de orden filosófico como la existencia del alma o la vida después de la muerte, por ejemplo, y mucho menos común es que alguno defienda públicamente estas teorías. Sin embargo, Robert Lanza, un respetado investigador americano, sostiene que la muerte no existe, afirmando que este evento no es más que una ilusión creada por nuestra mente.



Según Lanza, la vida no es nada más que actividad de carbono y una mezcla de moléculas que dura un tiempo determinado. Lo que muere es nuestro cuerpo, que a su vez se descompone bajo la tierra. Para el científico – que basa sus afirmaciones en la física cuántica y la teoría del biocentrismo (creada por él)- la idea de la “muerte” sólo existe porque fue pasada de generación en generación, es decir, porque nos enseñaron a creer que morimos.

Los Multiversos.



Por otra parte, nuestra conciencia asocia la vida con la existencia del cuerpo, y todos sabemos que los cuerpos terminarán por morir. De acuerdo con Lanza, la muerte no debería ser vista como algo definitivo, como el fin de todo, pues, serian la biología y la vida las responsables de crear la realidad del universo, y no al contrario. Y además: el espacio y tiempo no son más que herramientas creadas por la mente para dar sentido a nuestra realidad.

Siendo así, una vez que se acepta la idea de que el espacio y el tiempo no existen, significa que estamos en un mundo sin fronteras lineales o espaciales. Esta misma hipótesis es apoyada por los físicos teóricos, que creen en la existencia de múltiples universos en los que diferentes situaciones ocurrirían simultáneamente.

Por lo tanto, si el transcurso de nuestras vidas – comienzo, medio y fin – está sucediendo en todos estos universos a la vez, entonces la muerte no puede existir. Pero entonces, ¿y el cuerpo que muere y se descompone? Esta “mezcla de moléculas y actividad de carbono” regresan al Universo, donde pasan a existir como parte de él.

Temas que hasta hace poco parecían una buena historia para creepypasta, ahora son tratados con mayor seriedad por el mundo de la ciencia.

Objetos considerados terriblemente malignos



Cada campamento entre amigos suele terminar con el relato de alguna historia macabra que el amigo del vecino de un primo escuchó decir que existía. Y siempre todo queda en confusión. Nadie sabe si es verdad o no, pero si aquel que estaba contando la historia es un buen narrador, es probable que incluso los más “machos” sientan un poco de miedo.


Las historias que verás a continuación se consideran verdaderas, o al menos se relacionan con hechos y no sólo con suposiciones. El lado bueno de esto es que puedes mejorar tu repertorio de relatos de miedo.


1. El cofre maldito



Hace 150 años, Jacob Cooley le pidió a uno de sus esclavos, llamado Hosea, construir un cofre, para que Cooley pudiera guardar las cosas de su hijo, que debía nacer en muy poco tiempo.

Hosea construyó el cofre, como lo habían pedido, pero por alguna razón desconocida hasta el día de hoy, su amo quedó disgustado con el trabajo, provocando que el esclavo fuera golpeado hasta la muerte. Otros esclavos de Cooley juraron vengar la muerte de su amigo e hicieron un funeral ritual mágico, rociando sangre de búho en el cuerpo del hombre muerto y lanzando una maldición.

El hecho es que el hijo de Cooley murió cuando todavía era un niño, y posteriormente otras diecisiete muertes fueron relacionadas con el cofre maldito. El problema sólo se resolvió con la ayuda de una sanadora. El cofre todavía existe hoy y se encuentra en exhibición en el Museo de Historia de Kentucky en Frankfort.


2. El anillo de Valentino.



Todo comenzó – por lo menos la parte que se conoce – cuando el actor Rudolph Valentino, una estrella del cine mundial, decidió comprar en 1920 un anillo distinto, cuya gema era conocida como “ojo de tigre“. Un amigo de Valentino vio el anillo poco después y afirmó que había tenido una visión del actor pálido y moribundo.

Seis años más tarde y luego de fracasos rotundos en las taquillas, a la edad de 31 años, Valentino estaba muerto. Su novia, Pola Negri, utilizó el anillo poco después de la muerte de su novio y al poco tiempo enfermó gravemente, motivo que incluso la obligó a renunciar a su carrera. Ella nunca se recuperó por completo.

Russ Colombo, el actor que interpretó a Valentino en una película biográfica, llevaba el anillo y murió a los pocos días por un disparo de pistola es un supuesto accidente de caza. En este punto, las historias sobre el anillo ya eran bien conocidos.

Cuando la joya fue comprada por el mafioso Joe Casino, permaneció custodiada, ya que el nuevo propietario se negó a usar el anillo antes de que la maldición fuera desecha. Casino esperó años para usar el anillo, y ¿adivinen qué?: murió una semana después de poner el anillo en su dedo. La lista continúa pero el anillo ha estado desaparecido desde los años 60.



3. La litera de la bruja.



En febrero de 1987, en Horicon, Wisconsin Allan y Debby Tallman compraron una litera en una tienda de muebles usados. Inicialmente, el mueble permaneció guardado en el sótano, pero unos meses más tarde, cuando la llevaron a la habitación de las dos hijas de la pareja, cosas extrañas comenzaron a ocurrir en la vivienda.

Una vez que la litera salió del sótano, los niños de la casa comenzaron a enfermar. En seguida, algunos hechos extraños comenzaron a suceder: la radio cambiaba de estaciones por sí sola, las dos niñas que dormían en la litera dijeron haber visto una bruja y, algún tiempo después de los incidentes y luego de haber solicitado la ayuda de un pastor, Allan llegó a casa y escuchó a alguien decir “ven aquí“.

Él siguió la voz y llegó hasta el sótano, donde vio fuego en el suelo. Allan corrió, tomó un extintor y apagó las llamas. Después de ese y otros acontecimientos extraños, Allan y Debby incendiaron la litera. Y, al parecer, los problemas de la familia se acabaron en seguida.


4 – La silla de la muerte.



Un objeto con ese nombre sólo podía encontrarse, por supuesto, en una mansión encantada, así que vamos por partes. La Mansión Baleroy, construida en 1911, es bastante conocida, siendo que uno de los propietarios de los inmuebles del lugar fue Thomas Jefferson.

El último ocupante de la casa, George Meade Easby, murió en 2005. Dijo haber visto los fantasmas de la mansión, incluyendo a su hermano, Steven, quien murió cuando era niño. Sin embargo, los mayores rumores paranormales sobre la mansión siempre giraban en torno a la famosa silla de la muerte. Un sillón azul de orejas tapizado de doscientos años de antigüedad, que algunos dicen que una vez perteneció a Napoleón Bonaparte.

La silla continúa en la casa y no se recomienda acercarse a ella, a pesar de que tiene su valor histórico.

Investigadores paranormales afirman que el mueble está embrujado por un fantasma conocido como Amelia y, siempre que está presente, el cuarto de la silla es llenado por una neblina azul. Según las historias conocidas, quien tenga el coraje de sentarse en la silla morirá pronto. Hasta ahora, cuatro personas han desafiado a Amelia. Las mismas cuatro personas murieron al poco tiempo.


5. El vestido de boda encantado.



Elias Baker era un magnate del hierro hace 200 años. Su hija, Anna Baker, tenía todo lo que quería a su disposición, pero lo que más quería era encontrar a su verdadero amor. Esto no fue un problema para el padre, que contaba con que el elegido perteneciera a su mismo círculo social.

En este punto se puede adivinar lo que pasó: Anna no encontró un príncipe azul rico, pero en cambio, se enamoró de uno de los empleados de su padre. La unión de los enamorados fue prohibida por su padre, como era de esperarse. Anna nunca se casó. Prefirió estar sola a casarse con alguien a quien no amaba.

Antes de tomar esta decisión, la joven ya había comprado su vestido de novia. El vestido se mantuvo guardado muy cuidadosamente y fue encontrado años más tarde, cuando la casa de la familia se transformó en un museo.

El vestido se retiró de la caja y se colocó en un maniquí en frente del espejo, en la propia habitación de Anna. Esto es, supuestamente, la forma que Anna encontró para estar siempre delante del espejo, mirándose vestida de novia. Algunas personas han informado haber visto que el vestido se movía solo, como si alguien estuviera debajo de la tela.

Sawney Bean el caníbal que inspiró la película Masacre en Texas



Nadie sabe si se trata de un mito o no, pero cuenta la historia que Sawney Bean asesinó y comió a por lo menos un millar de personas a lo largo de 25 años. Cuando se trata de canibalismo es imposible no sentir una mezcla de repulsión y curiosidad.


La repulsión es lógica, por el hecho de que un ser humano sea capaz de alimentarse de otro; curiosidad porque, por más absurdo que sea el asunto, es interesante detenerse y pensar sobre los innumerables motivos que llevan a dicha práctica. Los más evidentes se relacionan con la cultura y la psicología, pero tal vez no se trata de eso, sino de maldad en estado puro.


Si has visto la producción cinematográfica “The Texas Chain Saw Massacre” ya sabrás que no sólo se trata de un filme de terror más, sino de una de las películas de terror más famosas y aterradoras de todos los tiempos. El guion básicamente cuenta la historia de un asesino que aterroriza a una ciudad y mantiene los cuerpos de sus víctimas ocultos. Como si eso no fuera suficiente, el asesino, conocido como Leatherface, practica el canibalismo.

Durante muchos años, el rumor de que la película se había basado en una historia real, atormentó a los espectadores, principalmente en la región de Texas, donde sucede la historia. Aunque muchos dicen que la historia tuvo como base el currículo del asesino serial Ed Gein, hay otros que teorizan que el guion fue hecho con base en la historia de Sawney Bean. ¿Has escuchado hablar de este hombre?


Come hombres.

Además de ser famoso por sus hábitos caníbales también fue líder de una secta entre los siglos XV y XVI en Escocia. La historia conocida sobre Sawney Bean dice que habría sido el responsable directo por la muerte de al menos mil personas a lo largo de 25 años de terror.


La fábula sobre este sanguinario come hombres fue inspiración para la creación de muchas producciones literarias y cinematográfica. El director de la película “The Hills Have Eyes” (2006), dijo que la historia de Bean fue su fuente primaria de ideas a la hora de producir el guion. El problema es que resulta complicado saber si Bean realmente existió o si no se trata de nada más que una leyenda urbana que se extendió al paso de los años y acabó haciéndose mundialmente famosa.

El historiador de origen francés, el Dr. Louise Yeoman dijo, en una entrevista para el sitio de la BBC, que el caso parece una historia sacada de una película de terror y que, incluso, puede tratarse de un invento con una finalidad semejante: la venta de los libros. Yeoman también hace énfasis en el hecho de que la historia fue vendida no sólo en Escocia, sino también en Inglaterra justamente en la época en que el país de Harry Potter pasaba por una serie de prejuicios en relación a la región que circunda al Lago Ness.


La burla.

Según los argumentos de Yeoman, a pesar de que la historia oficial tiene lugar en el siglo XVII, no fue sino hasta cien años después que se comenzó a escuchar sobre Bean y sus atrocidades. Durante el siglo XVIII, Inglaterra acostumbraba a referirse a Escocia de forma peyorativa, incluso se mofaba de su forma de hablar en los periódicos de la época. En ese tiempo los escoceses eran descritos como personas siniestras y ridículas.



El primer nombre del caníbal, Sawney, era el mismo que usaba un personaje escoses bárbaro. Por su puesto, un personaje creado por los propios ingleses. Imaginar a los escoceses con un aspecto monstruoso, alimentándose de otras personas y viviendo en las cavernas, era la norma en la cultura inglesa de aquellos tiempos.


La historia.

Yeoman cree que Sawney Bean puede ser fruto de una leyenda debido al hecho de que falta la comprobación histórica. Lo que se sabe es que Bean y su clan habitaban en una cueva cerca del mar. En este sitio, Bean criaba a sus 14 hijos y 32 nietos, todos frutos de relaciones incestuosas.


La familia Bean estaba integrada por caníbales asesinos que vivían al acecho de los viajeros que, después de ser robados, eran asesinados y convertidos en comida. Los cráneos de las victimas serían almacenados al interior de una caverna. En teoría, cuando se descubrió esto, la secta fue denunciada ante las autoridades de Glasgow, que turnaron el caso al rey James.


Del mito al turismo.


Tras enterarse de tamaña barbarie, el rey envió un equipo de 400 soldados para que dieran fin a los caníbales. Pese a ser un talentoso cazador, el rey prefirió no arriesgarse al intentar comandar a sus soldados en esta misión.



Lo cierto es que cuando la vida de James estaba en verdadero peligro, él se aseguraba de advertir a todo mundo sobre esto. “Si James dirigió una expedición con éxito para enfrentar a un grupo bien armando de caníbales sanguinarios, jamás supimos de eso”, dijo el investigador.

La historia resulta intrigante y, al tratarse de un cuento antiguo, puede conocerse en una amplia variedad de versiones. En Edimburgo incluso tienen algunas atracciones turísticas destinadas a relatar la historia de estos temibles caníbales. Una de estas se asegura que el visitante entre en un barco para que sepa cómo habría sido la expedición comandada por el rey James con el objetivo de capturar a los caníbales.

Misterios intrigantes sobre el tiempo



¿Qué es el tiempo? ¿Acaso el movimiento del segundero del reloj, el nacimiento y la puesta del Sol, el despertador sonando, la arena que cae del bulbo, las estaciones del año cambiando, las hojas del calendario? Parece fácil pero en realidad no lo es y, de hecho, hablar sobre el tiempo puede ser mucho más complicado de lo que imaginas. En seguida te presentamos algunos misterios sobre el tema.




1. El tiempo y la meditación.

El proceso de meditación no es para cualquiera. Lo cierto es que casi todo el mundo puede mantener una determinada posición y cerrar los ojos, tan cierto como que eso no es la meditación. Se trata del mayor reto para quien intenta conseguir controlar su propia mente y mantener el pensamiento enfocado en los sentimientos del presente.

Las técnicas de meditación incluyen la búsqueda de la comprensión de propio cuerpo, cuando la persona debe prestar atención a factores como la respiración, los latidos del corazón y todo lo que siente en aquel momento. Ahí es cuando tú, ciudadano promedio, lo intentas y después de un minuto ya estás recordando todo lo que pasó la semana anterior e imaginando el viaje de las vacaciones a fin de año.


Por eso es tan difícil meditar: porque nuestra mente no se encuentra condicionada a vivir en el momento presente. Por el contrario: gusta de recordar el pasado y planear el futuro. Ahí es cuando todo se vuelve tan difícil.

Uno de los principios del budismo, ya defendido por pensadores como William James y por figuras como George Harrison, es insistir en los intentos de vivir el ahora. Y por no vivir en el ahora o por vivir en un ahora siempre de la misma forma parece que el tiempo pasa tan rápido. Se ha comprobado que la meditación, por otro lado, tiene el poder de dejar nuestra percepción del tiempo un tanto más demorada.

La meditación es una herramienta de mucha utilidad para personas ansiosas y depresivas. Por eso, por más difícil que parezca, intenta meditar de vez en cuando. Puede ser que al comienzo te sientas ridículo, pero es sólo cuestión de práctica. La regla es intentar vivir el ahora.


2. El año bisiesto.

Cada cuatro años al mes de febrero se le incrementa un día más de lo habitual. Esto sucede porque un año, al contrario de lo que acostumbramos a creer, no tiene exactamente 365 días: en realidad, el valor más aproximado es de 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos. Por lo que, para compensar ese “sobrante”, cada cuatro años se inserta un día.


Si este ajuste no fuera hecho, después de 30 años, el año pasaría a tener una semana menos y, después de algunos siglos, esta diferencia sería de meses, lo que tiraría al caño el esquema de las estaciones del año, por ejemplo. 

Los años bisiestos no son tomados en cuenta en varios países. Muchas personas no pueden renovar su licencia de conducción o abrir cuentas en bancos el día 29 de febrero, toda vez que algunos sistemas de computadoras simplemente no reconocen la fecha como un día legítimo. Incluso Google llega a confundirse: hay muchos bloggers que no pueden actualizar sus perfiles en esa fecha.


3. Percepción.

Ya hablamos de cómo la meditación puede cambiar la forma en que percibimos el tiempo. Esta cuestión de relatividad es tan verdadera que el presentador de televisión estadounidense, Johnny Carson, llegó a llamar “minuto Nueva York” al tiempo que transcurre entre el momento que la luz del semáforo se pone en verde y el momento en que la persona que viene atrás toca la bocina.



La idea de Carson era precisamente llamar la atención de las personas sobre la velocidad a la que transcurren las cosas en la Gran Manzana, donde todo parece ir más rápido en todo momento. Por otro lado, en ciudades muy grandes y con mucha información, es común que las personas a veces tengan la sensación de que el tiempo se detiene durante algunos segundos.

Eso sucede, por lo general, cuando la cabeza realiza un movimiento brusco. La explicación para esto es que cuando la velocidad es lo suficientemente alta, el cerebro termina por perder algunas informaciones que debería recibir, por eso la persona experimenta la sensación de que el tiempo demora más en transcurrir.


4. Musicalmente hablando.

Si cuando escuchas aquella canción favorita, con el volumen al máximo y auriculares al oído, tienes la sensación de que te transportas a otro lugar o de perder la noción del tiempo, tienes que saber que no estás solo en el mundo.

Ya se sabe, por ejemplo, que cuando la música desencadena una experiencia de gran intensidad, el cerebro humano tiene reacciones diferentes en su córtex sensorial, desencadenando una sensación de atemporalidad.


Si escuchas música clásica  tu cerebro no logra interpretar las pulsaciones por minuto, gracias a que éstas son intencionalmente erráticas y se alternan en todo momento. Estas irregularidades promueven en el cerebro una sensación de que el tiempo no está transcurriendo. El inicio de la música es lento, después acelera y, finalmente, se vuelve muy animado y lleno de energía. Si te concentras en la pista, tal vez ni te des cuenta que pasaron 30 minutos hasta el final de la composición.

Esta capacidad de distorsionar nuestra percepción del tiempo hace de la música una herramienta manipuladora del comportamiento. Es gracias a esto, por ejemplo, que las escuelas de gimnasia eligen música electrónica y, al contrario, los restaurantes música más tranquila y relajante. Lo mismo sucede con algunas tiendas, que apuestan por la música para volver el ambiente más atractivo y agradable.

Algunos estudios recientes comprobaron que la música relajante provoca que los consumidores permanezcan más tiempo al interior de algunas tiendas, lo que nos lleva a la conclusión de que las canciones relajantes no hacen perder la noción del tiempo en repetidas ocasiones.


5. El tiempo y la edad.

¿Recuerdas aquel ataque terrorista de 2001? Pareciera que fue ayer, ¿verdad? Pero están a punto de cumplirse 13 años. Y es que a medida que el tiempo pasa, las personas van envejeciendo, y la sensación de que “parece que fue ayer” es cada vez más común.

A esto también se le conoce como “efecto telescópico”, y es responsable por la ilusión de que los años pasan más rápidamente cuando nos hacemos más viejos. Este “tiempo telescópico” es fruto de una discrepancia entre la medida de tiempo tradicional y la noción del tiempo de cada individuo, algo con una base muy subjetiva.


Pero si no compartes la idea de la subjetividad, ¿qué tal abordar el asunto desde una perspectiva matemática? Por ejemplo: cuando tienes 10 años, un año de tu vida representa el 10% de esta. Ahora, cuando llegas a los 60 años, un año pasa a representar el 1.67% de la vida. La cantidad de tiempo es la misma, pero la proporción, definitivamente no lo es.

Aunque existe otra explicación para la sensación de que “los años pasan volando”: cuando caemos en una rutina adulta sin muchas novedades y aventuras, nuestra sensación del tiempo pasa a ser más acelerada. Esto sucede porque nuestro cerebro simplemente tiende a saltarse la información conocida y concurrente, causándonos la impresión de que el tiempo pasa a mayor velocidad.

¿Te has dado cuenta como un viaje de ida parece mucho más largo que el de vuelta? Eso sucede justamente porque el cerebro ya conoció el camino y, a la hora de volver, terminas por ignorar muchas cosas, por lo que el tiempo parece pasar más rápidamente.

Este concepto es preocupante si pensamos en él. Significa, básicamente, que hacer siempre las mismas cosas ayudará a que el tiempo pase más rápido. Si esa no es tu intención, estás a tiempo de vivir nuevas experiencias.