martes, 10 de mayo de 2016

El Destripador de Yorkshire



PETER SUTCLIFFE

El 10 de Octubre de 1975, en su ronda habitual, el repartidor de leche de un suburbio al norte de Leeds, pudo ver entre la niebla un bulto uniforme tendido en el jardín. Al acercarse encontró el cadáver de una mujer. Estaba tumbada boca arriba, con el pelo oscurecido por la sangre.

La chaqueta y la blusa estaban abiertas, el sujetador desabrochado. Tenía bajados los pantalones pero las medias seguían en su sitio. Había recibido catorce puñaladas en el pecho y estómago. Un examen posterior revela que había sido golpeada fuertemente en la cabeza, el apuñalamiento había sido postmortem.

Se trataba de Wilma McCann, una prostituta de 28 años. Fue la primera víctima de Peter Sutcliffe, el Destripador de Yorkshire.


Peter Sutcliffe nació en 1946. Era un niño introvertido y tímido, pasó toda la infancia junto a su madre, incluso después de dejar el colegio a los 15 años. Al poco tiempo presentó a la que sería su mujer, Sonia Szurman. Su familia la describía como una chica tímida, eran la pareja perfecta.

En 1969 cae en una profunda depresión al descubrir que su madre se entendía con un vecino de la zona. Emocionalmente Peter se vino abajo. Tenía a su madre en un pedestal y al enterarse de su infidelidad se llevó una gran decepción.

En 1977, tras una larga temporada en casa de sus padres, Peter y Sonia se casan y se trasladan a Garden Lane, Heaton, una calle tranquila habitada en su mayoría por ancianos.

Por aquel entonces Peter llevaba ya dos años asaltando y matando mujeres, nadie se hubiera atrevido a decir que él era el destripador (unos amigos lo insinuaron de broma y Peter se limitó a sonreír). Felizmente casado y en su nueva casa era un buen hijo y un marido fiel.

Entre Junio de 1975 y Agosto de 1978 Peter había asaltado de manera brutal a 14 mujeres, cinco sobrevivieron milagrosamente. Entre las declaraciones de éstas la policía realizó más de 70 retratos robot.

Las víctimas que murieron habían sido asesinadas siguiendo un mismo patrón; golpeadas con un martillo en la cabeza. En algunos casos, arrastró el cadáver hasta un lugar más resguardado, donde se ensañaba con ellas apuñalándolas repetidas veces en pecho y espalda. No presentaban agresión sexual. Se desahogaba pateando a sus víctimas (una de las pruebas fueron las huellas de sus botas) hasta cansarse. En una ocasión tumbó el cuerpo de la mujer y saltó encima de ella hasta romperle las costillas.


Su quinta víctima mortal, Jayne Macdonald, desconcertó a la policía, pues era una estudiante de 16 años, no una prostituta como el resto. Esto horrorizó a la población, que pedía la horca para el Destripador. La Policía se temía lo peor y advirtió a la población femenina, ya nadie estaba a salvo del destripador.

Peter Sutcliffe había sido interrogado por la Policía en cuatro ocasiones, siempre tenía una coartada perfecta. Mientras era interrogado se mostraba tranquilo, en ningún momento perdió la calma.

Tras cinco ataques y nueve brutales homicidios, el Destripador dejó de matar durante casi un año. Se sucedieron numerosas hipótesis. Entre ellas el suicidio; si se hubiera llevado su identidad a la tumba, encajaría en la versión moderna de su homólogo victoriano, Jack el Destripador.

El 4 de Abril de 1979 vuelve a matar. Su décima víctima fue Josephine Whitaker de 19 años, recepcionista. Con este hecho saltó la alarma, era la segunda víctima que no se dedicaba a la prostitución. Cualquier mujer que paseara sola de noche corría un serio peligro.


El 2 de Febrero de 1980 la Policía interroga a Peter por novena vez. Ninguna de sus últimas víctimas mortales era prostituta:

2 de Septiembre de 1979, Barbara Leach, estudiante de 20 años

8 de Agosto de 1980, Marguerite Walls, funcionaria de 47 años

17 de Noviembre de 1980, Jacqueline Hill, estudiante de 20 años


El 2 de Enero de 1981, dos policías paran un coche en el que han visto subir a una mujer. Tenían orden de parar a todos los coches a los que subieran mujeres con aspecto de prostitutas. El conductor se presenta como Peter Williams y solicita al policía alejarse unos metros para poder orinar. Antes de salir del coche, con una maniobra rápida, saca un martillo y un afilado cuchillo de la guantera que oculta entre sus ropas; se dirige hacia unos arbustos cercanos.

Al regresar es detenido por llevar placas falsas de matrículas. Una vez en comisaría admite haber robado las placas de un depósito cercano. Peter es retenido hasta que llegan los principales investigadores del caso. Se comprobó que su grupo sanguíneo era similar al recogido en escenas del crimen. Uno de los policías que lo arrestó se enteró que estaban interrogando a Peter por los crímenes del Destripador de Yorkshire; rápidamente se dirigió al lugar de la detención y localizó, entre los arbustos, el cuchillo y el martillo que Peter había escondido.


El 4 de Enero de 1981 Peter Sutcliffe confiesa haber matado a 11 mujeres. Expresa su arrepentimiento: "cuando pienso en todas ellas, me doy cuenta del monstruo que soy".

Es juzgado y condenado. EL 22 de Mayo de 1981 es sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de 13 mujeres y por el intento de asesinato de otras 7.

Todavía hoy la gente se pregunta cómo pudo eludir a la Policía durante más de 5 años y cómo su detención fue fruto de la casualidad.

En su declaración, Peter Sutcliffe llegó a reírse cuando contó su entrevista con el policía que tenía la foto de las huellas de sus botas. No se dio cuenta que las llevaba puestas...

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