La investigadora y escritora estadounidense Donna Higbee fue la primera persona en estudiar este fenómeno en 1994. Donna se puso en contacto con decenas de víctimas de la invisibilidad espontánea involuntaria humana en los Estados Unidos, Reino Unido, Europa, Australia, Puerto Rico y Brasil, y buscó la opinión de los mejores científicos en un intento de encontrar respuestas a estos casos extremadamente raros y extraños. Uno de los primeros casos que se encontró fue el de Melanie, una residente de Ventura, California, que fue “víctima” del fenómeno mientras se encontraba en el sofá de su sala de estar mirando la pared pensativamente. Pasado un buen rato, su marido la busco por todas partes y en todas las habitaciones de la casa, pasando delante de ella sin darse cuenta de su presencia.
El incidente duró aproximadamente unos diez minutos, luego Melanie volvió a ser visible de nuevo, ante el asombro de su marido, que estaba convencido de que se había escondiendo de él, negando por completo la versión de su mujer. Esta es solo una de los muchos casos que Donna ha estado investigando a lo largo de los años, y que demuestra cómo la gente de repente e inesperadamente se vuelven invisibles, no sintiendo nada especial en ese momento, moviéndose con normalidad, como si nada hubiera cambiado. Sin embargo, las otras personas no los ven. Ellos son ignorados, como si no existieran.
Janice de Minneapolis, Minnesota, también sufrió una serie de manifestaciones del fenómeno, uno de los cuales duró bastante tiempo. Cuando era adolescente, intentó robar en una tienda de comestibles junto a sus amigos. El grupo fue detenido y llevados a la comisaría. Todos fueron interrogados menos Janice. A pesar de que fue llevada a la comisaria en el coche de la policía, ni la policía, ni el personal, ni los guardias de seguridad vieron como la joven abandonó libremente el edificio. Cuando Janice habló del incidente con los demás, no recordaban que hubiera estado con ellos en el momento en que la policía los detuvo.
Peter, un residente de Gloucestershire, Inglaterra, fue invitado a una fiesta privada y decidió ir al baño. Una mujer estaba esperando para entrar en el baño. Cuando salió, Peter se dirigió a la sala de estar para hablar con su amigos, pero ellos no le respondían. En un principio pensó que se estaban burlando de él, así que Peter se volvió hacia uno de sus amigos y le pidió un cigarrillo, evidentemente no le contestó. Enfurecido por el comportamiento inapropiado de sus amigos, la víctima decidió volver al baño, donde continuaba esperando la mujer, que la ver a Peter se asustó, porque estaba segura de que continuaba en el interior del baño. Cuando preguntó a sus amigos por qué no le respondieron previamente a su presencia, ellos dijeron que hacía rato que se había ido al baño.
Estos son solo algunos de los casos reales recogidos e investigados por Donna Higbee, que como hemos podido observar tienen lugar de forma espontánea, sin previo aviso, dura unos minutos, y luego termina. Pero además de estas personas, otros muchos han sido víctimas de la invisibilidad más de una vez, lo que sugiere que son susceptibles a este inusual fenómeno. Incluso se han dado caso de las personas han llegado a controlar su invisibilidad.
Este fenómeno demostraría que el ser humano es mucho más de lo que nos quieren hacer creer, y que nuestras capacidades van mucho más allá de lo que podemos ver o escuchar.
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