sábado, 23 de julio de 2016

Un asesino racista



WILLIAM DATHAR HOLBERT

De acuerdo con la página de los más buscados del programa televisivo "America´s Most Wanted", que circula fotos de fugitivos con base en reportes oficiales de los cuerpos de Policía estadounidense y de las agencias de Seguridad, tanto William Adolfo Cortez Reese como Jeana Seana Cortez --o William Dathar Holbert, de 31 años, y Laura Michelle Reese, de 27--, eran buscados en varias ciudades norteamericanas por la presunta comisión de varios delitos similares a los que se les achacan en Panamá.

El último reporte del programa estadounidense sobre los dos estadounidenses, transmitido el 11 de marzo de 2006, denuncia que la pareja protagonizó una carrera de persecución policial a altas velocidades con un auto que habían robado. De acuerdo con el perfil sicológico de los dos asesinos, elaborados por detectives forenses del FBI y suministrado a Interpol y a otras agencias de Seguridad en los Estados Unidos, el hombre se hacía pasar por otras personas con documentos falsos de Lucas Gregory Kuhn o Donald Lee Brukart. Que habían pagado 250 mil dólares por la propiedad, y que los vendedores les habían entregado documentos y otros papeles en que valoraban el inmueble en 500 mil dólares. En las investigaciones se determinó que los documentos eran falsificados. El negocio se cerró el 4 de octubre de 2005.

Las investigaciones dicen que Holbert, en su ciudad natal, tenía un almacén que vendía mercancías con mensajes de la "Supremacía Blanca", una cultura racista similar a la de la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en el perfil físico del tipo se lee que tiene tatuada la Cruz Esvástica del régimen nazista de Adolfo Hitler. En Carolina del Norte, del mismo modo, se denunció a un tipo con sus características y del mismo nombre, que se hizo pasar como médico para estafar a mucha gente y luego huir en carros robados a clientes confiados. Las fotos los delataron: son los mismos tipos, pero más jóvenes, que aparecieron por Río San Juan.

El 6 de febrero de 2006, en una carretera rural en Wyoming, un policía de camino detuvo a una camioneta para multar a su conductor por ir a alta velocidad en medio de una zona densamente saturada de nieve. Cuando el agente revisó la placa del auto, y los documentos del conductor y su acompañante, descubrió que el auto era el mismo que había sido reportado robado a pistola días antes, por alguien llamado Lucas Kuhn.

Cuando el policía intentaba llamar por radio, el auto de Holbert emprendió la huida y se originó una persecución a velocidades de más de 100 millas por hora. La patrulla policial perdió de vista al fugitivo, y cuando los refuerzos se presentaron, encontraron a varias millas del punto el auto de los prófugos estrellado en un campo a orillas del camino. Pocos días después, en Bismark, Dakota del Norte, se recibió una denuncia de que una pareja había rentado una furgoneta U-Haul y no la habían regresado. La persona que la rentó se identificó como Michele Brukart, y el dueño del negocio de renta de autos la identificó mediante fotografías. Era la novia de "Wild Bill". La furgoneta fue encontrada en West Palm Beach, Florida, pero a Holbert y a Reese se les perdió el rastro desde entonces.

Las denuncias concretas contra ellos son por hurto de auto y desacato a la autoridad en Wyoming, el 6 de febrero de 2006; prácticas engañosas en Montana el 12 de agosto de 2005, y engaño y defraudación con conocimiento en Oak Island, en octubre de 2005.


El perfil define a Holbert como un hombre blanco de poco más de 30 años, de barba y pelo rubio, corpulento, con un tatuaje de la Cruz Esvástica en su brazo izquierdo, y dado a los deportes extremos y a conducir a exceso de velocidad. Se le señala de golpear con facilidad a empleados de pequeños negocios y de ofender y de agredir a personas latinas y de raza negra. A la pareja se les buscó por Florida, Kentucky, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Washington, Wyoming y Seattle.

Luego aparecieron en Panamá en 2007, donde se hicieron pasar como holandeses para comprar propiedades y dedicarse a la oferta de servicios turísticos. Se instalaron en Bocas del Toro, una apacible zona costera del occidente de Panamá, donde se ha desarrollado el turismo. De allá huyeron a inicio de este año cuando fueron identificados como sospechosos por la desaparición de varias personas. "Muertos fijos tenemos dos, uno plenamente identificado como Bo Icelar, declaró a medios panameños el subdirector de la Dirección de Investigación Judicial de Panamá, Omar Pinzón.

"Eran unos indígenas que laboraban para él. Por alguna razón tuvieron algún tipo de diferencia con este señor y a partir de hace año y medio los familiares de ellos desconocen qué ha sido de su paradero", explicó el fiscal a cargo, Ángel Calderón. El asistente del fiscal general, Neftalí Jaén, comentó que Brown (el desaparecido) era buscado por la justicia de Florida desde hace años, por tráfico de drogas y otros delitos.

La pareja Cortez, según los investigadores, montó el escenario ideal para perpetrar sus crímenes: un complejo turístico en Bocas del Toro, provincia famosa por sus playas y manglares paradisíacos que atrae a muchos extranjeros adinerados. "Villa Cortez" posee varias cabañas y era ofrecida en diversas guías turísticas como sitio de descanso y contacto con la naturaleza. Este paraje selvático sirvió para que "Wild Bill" operara su negocio hotelero, cuyo logotipo tenía una calavera similar a las incrustadas en las camisetas que vendía en Montana con mensajes racistas.

La Policía panameña cree que la pareja mataba por motivaciones económicas: para adueñarse de inmuebles y otros bienes de extranjeros llegados a la zona. Cortez "llevaba a cabo negocios con algunas personas, y sospechosa y repentinamente desaparecían una vez que (los) finiquitaban o él hacía ver que había una transacción legítima", explicó Pinzón. Cerca de la finca que regentaba la pareja capturada en Nicaragua, la Policía descubrió recientemente los restos de las primeras dos víctimas. En el lugar había una sortija con la imagen de un indio apache y restos de soga. Un cadáver se identificó como el de la dueña del hostal, y en otro sitio se hallaron 40 huesos de un cuerpo que se supone pertenece a Bob Icelar, dueño de otras propiedades en la zona que luego aparecieron a nombre de la pareja. De hecho, el hostal -conocido como Hostal Villa Cortez y donde se encontraron los cadáveres de los estadounidenses Cheryl Lynn Hughes y Bo Icelar- era propiedad original de Michael Brown. Hughes, asimismo, era dueña del conocido hostal para mochileros 'Casa del Sapo', en Isla Carenero, que pasó a manos de Cortez tras su desaparición en marzo, detalle que resultó sospechosamente extraño y puso en alerta a los empleados y amigos de Cheryl.

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