domingo, 8 de mayo de 2016

Un asesino rebelde



CHARLIE STARKWEATHER


Charlie nació el 24 de noviembre de 1938, en el seno de una familia numerosa de siete hijos, pobre y con pocos recursos educativos; en el condado de Lincoln, Nebraska, Estados Unidos. Pese a haber nacido en plena Depresión y en una familia de escasos recursos, Charlie tuvo una infancia feliz, jamás pasó hambre y siempre gozó de un techo. Pero terminó asesinando...

Su padre, Guy, a pesar de sufrir de artritis, se desempeñaba como carpintero y su madre, Helen, trabajaba como mesera en una cafetería local. Ambos eran queridos y respetados como gente trabajadora de la comunidad.

Su paso por la escuela fue traumático, su inteligencia era superior al promedio pero su fuerte miopía, que no le fue diagnosticada hasta los quince años y las constantes burlas de sus compañeros por un defecto en su habla y sus piernas arqueadas, le perjudicaron en sus relaciones y él se volvió hostil y rebelde. Su única fuente de autoestima durante la época escolar fue la gimnasia.

En el noveno grado, después de pelear con él, se hace amigo de Bob Von Busch. Ambos son grandes admiradores de James Dean, juntos ven todas sus películas e imitan su forma de hablar, su forma de vestir y hasta su corte de cabello. Para Charlie, esta imitación va más allá de la imagen, la rebeldía de los personajes de Dean y la lucha que algunos protagonizan por salir de un ambiente pobre y deprimido le hacen identificarse con él.


En 1956 Von Busch comienza a salir con Bárbara Fugate, eventualmente Charlie se interesa por la hermana de ésta, Caril, de trece años.

Caril es una hermosa jovencita, de carácter rebelde y explosivo, que llega a ver a Charlie como un dios y para Charlie ella se vuelve el centro de su existencia, la trata como una reina y su amor y admiración le dan fuerza para enfrentar un mundo que odia y desprecia.

A los dieciséis años Charlie deja la escuela y entra a trabajar cargando y descargando camiones en una bodega que está cerca de la casa de Caril, lo que le permite verla todos los días. A pesar de que Caril es aún muy joven para conducir, Charlie decide enseñarla, y eventualmente sufren un accidente menor pero, como el padre de Charlie es copropietario del automóvil se ve obligado a pagar los daños lo que causa un fuerte enfrentamiento entre padre e hijo. El pleito pasa a mayores y finalmente su padre le echa de casa.

Charlie se asienta en una habitación en la casa de huéspedes donde viven Bob y Bárbara Fugate, deja su trabajo en la bodega y encuentra otro como recogedor de basura, el salario es menor, pero le da más tiempo para estar con Caril. Habla de casarse con ella e incluso les dice a sus amigos que ella está embarazada, mentira que llega a los oídos de los padres de Caril.

Su bajo salario hace que tenga problemas con el pago de la renta. Su casera, a quien no le resulta simpático, acaba echándole. Sin cama y sin dinero, Charlie piensa que la única manera de salir adelante es a través de una vida criminal y fantasea con robar un banco. La gota que colma el vaso es cuando intenta comprarle a Caril un perro de peluche en una gasolinera. Sin dinero, le pide dinero prestado al encargado, Robert Colvert, quién se lo niega.

A las 3 de la madrugada de día de diciembre de 1957, Charlie decide que ya ha aguantado suficiente y, armado con una escopeta que consigue prestada de un primo de Bob, regresa a la gasolinera y tras un par de visitas en la que primero compra cigarrillos y después chicles, se asegura de que Colvert está solo, regresa con una pañoleta cubriéndole la cara y una gorra de cazador para ocultar su cabello pelirrojo. Encuentra a Colvert trabajando en un automóvil y le obliga a ir a la oficina, donde le ordena que abra la caja registradora. Tras tomar el dinero, le ordena que abra la caja fuerte pero Colvert le explica que solamente el dueño conoce la combinación. Charlie le ordena ir con él y lo lleva hasta la propiedad de una anciana medio loca conocida en la región como "Bloody Mary". Ahí lo hace bajar del coche.

Según declararía posteriormente Charlie, Colvert intentó desarmarlo hiriéndole en la tentativa, y al levantarse Charlie le dispara en la cabeza.

El robo y asesinato fueron una gran noticia en un sitio como Lincoln donde apenas sucedía algo interesante. Charlie cambió el color de su coche pero cometió algunos errores que le convirtieron en sospechoso. No obstante, las autoridades achacaron el crimen a algún forastero de paso, lo que le permitió salirse con la suya. Esto dio a Charlie una gran sensación de poder: había cometido un robo y un asesinato y la Policía apenas le había molestado con algunas preguntas. Era invisible.

Al día siguiente, Charlie le confiesa a Caril que había sido el autor del robo, pero culpó del asesinato de Colvert a otro. Ella fingió creerle pero ese asesinato creó entre ellos un vínculo que sellaría su destino.


La tarde del martes 21 de enero de 1958 Charlie fue a casa de los Bartlett, llevaba un rifle. Según declaro posteriormente, su intención era invitar a salir de cacería al padrastro de Caril, Marion Bartlett, para intentar arreglar la situación.

Según la versión de Charlie, ambos se encontraban en casa, así como la hermanastra de Caril, Betty Jean. Velda abrió la puerta y sin más le dijo que no quería que continuara su relación con Caril, discutieron y Velda golpeó a Charlie, quién salió de la casa dejando atrás el rifle. Al rato, regresó por él y esta vez fue Marion quién le echó violentamente.

Charlie buscó un teléfono público y llamó al trabajo de Marion avisando que no se presentaría durante un par días por estar enfermo. Después regresó a casa de los Bartlett y esperó a que Caril regresara de la escuela. Cuando apareció le contó lo sucedido y ella entró a la casa para tener una discusión con su madre. Charlie la siguió.

Charlie declaró que Velda le volvió a agredir acusándolo de haber embarazado a su hija, él se defendió y recuperó el rifle justo cuando Marion hizo su aparición armado con un martillo. Charlie le disparó en la cabeza. Ante esto, Velda le atacó con un cuchillo y no le quedó más que dispararle a la cara, cuando ella trató de levantarse, Charlie la golpeó en la cabeza dos veces con la culata del rifle. La pequeña Betty Jean lloraba asustada así que también la golpeó en la cabeza.

La reacción y papel de Caril en la masacre de su familia nunca ha sido determinada satisfactoriamente. Dado que no existen testigos, es posible que la verdad jamás se sepa. Ella declaró que, antes de los incidentes, ya había terminado su relación con Charlie y que quedó aterrorizada ante los hechos.

Tras esconder los cuerpos de la familia en distintas partes de la propiedad, Charlie y Caril limpiaron y permanecieron en la casa. Ahuyentaron a los visitantes colocando en la puerta de la casa un letrero que decía: "Manténgase alejado, todos estamos enfermos de gripe".

Unos días después, varios familiares de los Bartlett sospecharon que algo extraño sucedía, dos veces se pidió la intervención de la Policía; quien, después de interrogar a Caril, se retiró satisfecha informando a los familiares que todo estaba bien. Incluso el padre de Charlie, Guy, solicitó que su hijo fuera detenido para interrogarlo. La policía no quiso actuar.

Finalmente Bob Von Busch, esposo de Bárbara, junto con su hermano decidieron investigar, penetraron en la propiedad Bartlett y descubrieron en el gallinero de la casa el cadáver de Marion. Esta vez la Policía decidió arrestar a Charlie Starkweather y a Caril Fugate, pero ya era tarde, habían escapado.

Los prófugos encontraron refugio en la casa de un viejo amigo de la familia Starkweather, August Meyer de setenta y dos años, quién tenía una granja distante unas 20 millas de Lincoln. Lo que ahí sucedió es difícil de saber ya que las declaraciones de Charlie y Caril son contradictorias. Meyer acabó con un balazo en la cabeza, Charlie alegó "defensa propia". Tras robar algo de dinero y algunas armas huyeron a pie dejando atascado en el fango el viejo Ford de Charlie.

Ocultando sus armas consiguieron ser recogidos en la carretera por Robert Jensen de diecisiete años y Carol King de dieciséis, una vez en el coche, los forzaron a regresar a una bodega abandonada cercana a la granja Meyer.

Robert recibió seis balazos en la cabeza y Carol un tiro de escopeta en la cabeza, el cadáver de Carol fue encontrado semidesnudo pero sin huellas de haber sido abusada. De nuevo las versiones de Charlie y Caril son contradictorias.

Por increíble que pueda parecer, la pareja regresó a Lincoln, donde todos los conocían y buscaban. Lo que es peor aún, se dieron una vuelta por la propiedad de los Bartlett para ver si ya habían descubierto los cadáveres. La presencia policíaca fue suficiente respuesta. Se dirigieron a las afueras del pueblo y se quedaron a dormir en el coche robado.

Al día siguiente, el coche de Charlie ya había sido localizado en las inmediaciones de la granja Meyer, los cadáveres de sus tres víctimas habían sido encontrados y la cacería de los asesinos estaba en su apogeo.

A pesar de haber vivido en la pobreza, sus días como recogedor de basura habían puesto a Charlie en contacto con las zonas de Lincoln donde vivía la gente adinerada. Eligió como refugio la casa de Lauer Ward, amigo intimo del gobernador y presidente de las compañías Capital Bridge y Capital Steel.

Aquella mañana se encontraban en la casa: Clara Ward, esposa del industrial; Lillian Fencl, su sirvienta medio sorda; y sus dos perros: Queenie y Suzy. Tras entrar a punta de pistola, Charlie ordenó a Lillian que encerrara a Queenie en el sótano y le ordenó, por medio de notas, que siguiera preparando el desayuno de la Sra. Ward. Cuando ésta bajó a la cocina se encontró con Caril y Charlie, quien le aseguró que, si se comportaba, nada le sucedería. La Sra. Ward, tranquila, aceptó y se sometió a las órdenes de Charlie, quien se sentía en la gloria al ser atendido por una de las personas más ricas y prominentes de Lincoln.


Alrededor de la una de tarde, la Sra. Ward pidió permiso para subir y cambiarse de zapatos, tras unos minutos Charlie subió. Según declaró, la Sra. Ward estaba armada con una pistola, le disparó pero falló y él le lanzó un cuchillo con el que la alcanzó en la espalda, posteriormente la apuñaló varias veces en el pecho y el cuello. La pequeña perra Suzy comenzó a ladrarle, por lo que le rompió el cuello con la cacha de su pistola.

Tras matar a Clara Ward, Charlie llamó a su padre y le pidió que le dijera a Bob Von Busch que iba a matarlo por haber intentado interferir en su relación con Caril. Después se sentó a escribir lo que intentaba ser una confesión y la dirigió: "solo para la ley".

Alrededor de las seis de la tarde regresó a casa Lauer Ward, para encontrarse con el cañón del arma de Charlie, quien tras una álgida discusión lo mató. Posteriormente él y Caril asesinaron a Lillian Fencl. De nuevo, las declaraciones eran contradictorias.

Al día siguiente, el primo y socio de Ward encontró los cadáveres y dio aviso al gobernador Anderson, quién inmediatamente llamó a la Policía y a la Guardia Nacional para cazar a los asesinos de su amigo. El FBI fue notificado e incluso aviones se lanzaron a la búsqueda

El 29 de enero de 1958, buscando un automóvil que robar para continuar su huida, se toparon con Merle Collison, un vendedor de zapatos de Montana que se había quedado a dormir en su auto a la orilla de la carretera. Charlie lo despertó y le informó que iban a cambiar de carro, como el vendedor se negó, recibió varios tiros en la cabeza y el cuello.

Con el cadáver de Collison en el asiento delantero y Caril en el trasero, Charlie descubrió que, si bien se había hecho de otro auto perfectamente funcional, no tenía idea de cómo quitar el freno de mano del modelo, de nuevo estaba en problemas.

Un joven geólogo que circulaba por la carretera, vio el auto detenido e imaginó que quizá tendrían problemas mecánicos, por lo cual se detuvo. No bien se acercó a la ventanilla cuando se encontró encañonado por un desesperado Starkweather que le espetó: "Arriba las manos. Ayúdame a quitar el freno de mano o te mato".

Dándose cuenta del cadáver en el asiento contiguo, el geólogo llegó rápidamente a la conclusión de que si no desarmaba a Charlie era hombre muerto. Resueltamente le atacó y mientras luchaban, William Romer, oficial del Sheriff de Wyoming, pasó y se detuvo. Inmediatamente Caril se bajó del coche gritándole "Lléveme con la Policía". "Yo soy la Policía" respondió Romer. "Ha matado a un hombre" respondió ella señalando hacia el coche.

Mientras tanto Charlie ya había corrido hacia el coche y se dirigía a toda velocidad hacia el poblado de Douglas. Romer ordenó por su radio un bloqueo y comenzó la persecución.


Según declararía después el Sheriff Heflin, Charlie se detuvo porque creyó que había sido herido: "Pensó que se estaba desangrando. Por eso se detuvo. Ese es el tipo de cobarde hijo de puta que es".

Charlie fue glorificado por la Prensa como el "antihéroe" norteamericano. El prototipo del "rebelde sin causa". Charlie y Caril fueron juzgados como adultos, a ambos se les acusó de asesinato en primer grado. El juicio de Charlie comenzó el 5 de mayo de 1958, sus defensores intentaron demostrar locura, se le declaró culpable y fue sentenciado, a petición del jurado, a la pena de muerte.

Tomó asiento en la silla eléctrica el 25 de junio de junio de 1959.

El juicio de Caril tomó un rumbo distinto, su defensa alegó que ella siempre había sido un rehén de Charlie, esto no convenció al jurado, quién la declaró culpable y, por ser una chica de catorce años, fue condenada a cadena perpetua en lugar de la silla eléctrica. Fue enviada a cumplir su condena al Nebraska Center for Women, de donde fue liberada bajo palabra en 1977.

Esta historia nos la cuenta el cine en la famosa "Asesinos por Naturaleza" de Oliver Stone.

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