Desde un infierno sin llamas...
Manolo, con el torso desnudo y cubierto con unos trapos, yace tirado en el suelo. Su brazo reposa sobre su pierna y sus dedos realizan un leve movimiento. Los dedos de sus pies también se mueven. Se despierta. Observa el sitio, es un baño compuesto por un inodoro a la derecha (cubierto de mierda) y un lavabo a la izquierda, sobre el que hay un espejo. Manolo avanza confuso por un pasillo de paredes blancas. Al pasar, surgen las formas de fantasmas que asoman el contorno de sus cuerpos sobre la blanca pared. Manolo nota algo, pero al girar, los fantasmas han desaparecido. Se interna en las sombras. Manolo se detiene bajo una luz blanca que cubre su cabeza, sus hombros y su torso desnudo. Desnudo, indefenso, en un mundo surrealista donde nada es lo que parece, todas sus acciones le llevaran a desentrañar la oscura historia y a descubrir sus fantasmas interiores.
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