domingo, 14 de febrero de 2016

El día de San Valentín



El día de San Valentín contempla varios mitos y leyendas sobre su enigmático origen, no obstante, este día que a priori parece haber sido inventado por los centros comerciales, tiene su propia historia que consta de varios siglos de antigüedad, aunque dependiendo del país se le pueden atribuir significados diferentes y celebrarse en distinta forma.


El día de San Valentín se conoce también como el día de los enamorados y se celebra en una amplia variedad de países, pero dependiendo de la nación el significado del festejo puede variar o adquirir connotaciones diferentes, como es el caso de algunos países de habla hispana que optan por atribuirle un significado menos romántico celebrándolo como el día del amor y la amistad.

Es cierto que el día de los enamorados en el sentido comercial como lo conocemos habitualmente tiene su origen en el siglo XIX cuando se empezaron a vender las primeras postales de felicitación, pero su origen histórico se remonta mucho antes en el tiempo y aunque existen diversas teorías sobre sus comienzos, la postura que cobra mayor sentido según los historiadores dataría del año 325 DC en el Primer Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica, pues uno de los principales temas que se debatieron en él fue la cristianización de las fiestas paganas residuales que todavía se celebraban en la Roma Imperial.


San Valentín y el mito de cupido

Cupido es el dios del amor en la mitología romana, el hijo de Venus y su equivalente griego Sería Eros, hijo de Afrodita.

La religión romana antes de la cristianización era politeísta y adoraban a múltiples dioses. Cupido era un Dios pagano que representaba el amor irreflexivo de la atracción y por eso se representa con una imagen aniñada casi infantil.

Las leyendas más maliciosas sobre Cupido apuntan a que era un Dios caprichoso que se entretenía apuntando a hombres y mujeres con sus flechas para satisfacer sus perversas necesidades de diversión, y le gustaba controlar a las personas dominando sus pasiones e instintos básicos.


Cupido estuvo ligado desde la antigüedad con el mundo del amor y las relaciones pasionales. En origen, no obstante, no había ninguna festividad relacionada con Cupido en el día 14 de febrero. Además, tampoco existe relación entre cupido y San Valentín.

¿Por qué, entonces, relacionamos ambos conceptos? Bueno, es una historia un poco complicada.

En primer lugar, conviene señalar que Cupido siempre fue el símbolo del amor, desde la antigüedad clásica de los griegos. Sin embargo, en ese momento, todavía no existía ninguna festividad concreta para este personaje.

Posteriormente, en Roma, cuando los romanos adquirieron toda la cosmovisión de Grecia, que incluía su panteón de dioses, también adoptaron la figura de Cupido como dios del deseo amoroso y de las relaciones amorosas más carnales.


Puesto que en Roma también existía una festividad que permitía el deseo carnal y las relaciones de este tipo, rápidamente se relacionaron el concepto de Cupido con el de Lupercalia (el nombre de estas festividades, y de las que hablaremos posteriormente).

Así, hubo que esperar siglos para que Cupido se relacionara con la fecha del 15 de febrero, fecha en la que se celebraban las fiestas de la Lupercalia.

Sin embargo, esto no explica, todavía, por qué Cupido sigue estando presente en nuestra cultura, es sinónimo del amor, y se identifica con el día de San Valentín e, incluso, con el mismo santo.

Para ello, tenemos que acudir a la historia y comprobar que San Valentín fue un Santo de la Iglesia que fue martirizado y asesinado por casar a parejas jóvenes cuando el Imperio Romano prohibió tal cosa. La muerte de San Valentín se dio el 14 de febrero, un día antes de la Lupercalia.

Así, durante muchos años, el nombre de San Valentín y el de Cupido estuvieron ligados por la proximidad en el calendario. El día 14 de febrero se recordaba la muerte de ese Santo que casaba a parejas en secreto, y el día 15 se iniciaba una festividad dedicada al amor carnal, bajo la mirada de Cupido.

Puesto que ambos acontecimientos estaban tan relacionados, pronto la gente empezó a asociar ambos conceptos, y eso permitió que la figura de Cupido perdurase en el tiempo mientras los demás dioses de la antigüedad iban cayendo en el olvido a medida que la Iglesia Católica iba prohibiéndolos.

Todo esto llegó a su máxima expresión cuando la Iglesia, para acabar con la Lupercalia (una festividad pagana), cambió el sentido de la fiesta y sustituyó sus elementos más carnales y pasionales (el de Cupido) por el amor más puro y virginal (el de San Valentín).

Así, la Lupercalia desapareció, pero los símbolos cuesta más que desaparezcan de nuestra mente, y Cupido siguió estando presente, y se asoció a San Valentín, hasta el punto que a la Iglesia le resultó más sencillo “apropiárselo”, que tratar de destruirlo.

Y esa es la razón por la que Cupido es representado actualmente como un ángel, y también es la razón por la que Cupido no solo es un Dios de la Antigüedad clásica, sino un icono que representa el amor y que ha estado presente durante toda la historia, incluyendo nuestros días.






El mito de San Valentín propuesto por la Iglesia

En la búsqueda por sustituir los festejos paganos, la iglesia propuso sustituir la festividad pagana que tenía lugar el 14 de Febrero (Lupercalia) por la festividad cristiana de San Valentín, porque era uno de los pocos santos que no estaban ocupados en el calendario onomástico.

Posteriormente hablaremos más acerca de este suceso, y cómo los cristianos quisieron reescribir la historia y cambiar el significado de las fiestas que, tradicionalmente, se habían venido celebrando desde la antigüedad en los días 14 y 15 de febrero.

¿Quién era San Valentín?

Según el mito recogido por la iglesia, San Valentín era un sacerdote que desafió al emperador Claudio II casando a las parejas de jóvenes enamorados porque éste había prohibido los enlaces matrimoniales en toda Roma, ya que consideraba las uniones perjudiciales para su ejército y creía que los guerreros sin familia eran más fieros en los combates porque no tenían nada que perder.




El sacerdote llevó a cabo numerosos enlaces clandestinos y se hizo famoso en toda Roma, hasta que sus actividades llegaron a los oídos del emperador que en un principio trató de disuadirlo, pero finalmente fue encarcelado y ejecutado convirtiéndose en mártir.

Una anécdota curiosa acerca de San Valentín (el Santo, no la fiesta), es que, cuando Claudio decidió encarcelarlo, hizo que su oficial Asterius lo tomase y lo encarcelase. Sin embargo, éste, antes de hacerlo, quiso ridiculizar al Santo retándolo a devolver la vista a su hija ciega. Y San Valentín, cuenta la leyenda, lo hizo.

Tanto sorprendió este hecho, que Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo, algo que no fue suficiente para que Valentín fuera condenado a muerte el 14 de febrero del año 270. La hija de Asterius, como agradecimiento por el milagro, plantó un almendro en su tumba, y, desde entonces, este árbol es uno de los más importantes símbolos del amor y la amistad.

Lupercalia, la historia oculta de San Valentín

La historia no termina de explicar como acabaron relacionados el sacerdote patrón de los enamorados y el Dios romano del amor, porque su relación con el mito estuvo promovida por la Iglesia Católica para ocultar el verdadero significado de la celebración Pagana de las Lupercales que fue sustituida por San Valentín.

La festividad de Lupercalia se celebraba en honor al Dios Lupercus, que los romanos veneraban como el guardián de los rebaños y también era el Dios de la fertilidad que otorgaba “licencia sexual” durante todo el mes de Febrero.

Con motivo de esta y otras celebraciones paganas relacionadas con la sexualidad era habitual que los jóvenes romanos se encomendaran durante ese mes a Cupido, Dios del amor apasionado y fue así como terminaron relacionadas ambas leyendas que comparten protagonismo a día de hoy.

Sobre por qué Lupercalia se convirtió en el día de San Valentín, hay bastantes dudas y teorías, pero, como hemos dicho, no está del todo claro. En cualquier caso, hay algunas teorías al respecto que conviene que conozcas.

La más extendida, que habla acerca de cómo Lupercalia se convirtió en el día de San Valentín, habla de que, en realidad, la muerte de San Valentín tuvo poco que ver con que ese día recibiese el nombre y el sentido que actualmente tienen.

Se piensa que, en realidad, lo que buscaba la Iglesia Católica era eliminar una festividad pagana que se dedicaba excesivamente a los placeres de la vida y de la carne, algo que era pecaminoso y totalmente contrario a la nueva doctrina cristiana.

¿Qué hacer entonces? La mejor forma que encontraron fue sustituir una fiesta por la otra. Pero, por supuesto, no podían sustituir la fiesta del amor pasional por una fiesta cualquiera, así que la sustituyeron por otra fiesta que tenía connotaciones cercanas.

Así, cambiaron la fiesta del amor pasional por la fiesta del amor entre enamorados. Conviene señalar la diferencia entre el amor pasional, carnal, y el amor entre los enamorados. La primera sería una fiesta con connotaciones mucho más físicas, mientras que la segunda involucraría la unión de dos almas.

Fue así como la fiesta de Lupercalia pasó a ser una fiesta mucho más acorde a los principios del cristianismo. Posteriormente, se crearía el mito (o se adaptaría) de San Valentín, para darle un mayor contenido a la festividad.

Esta teoría, por supuesto, choca ligeramente con la que asume que la historia de San Valentín es cien por cien real y que atribuye el origen del día de San Valentín al hecho de que el Santo casara a los jóvenes a escondidas, sin que el Imperio lo supiera.






El día de los enamorados o del amor y la amistad

En 1840 una comercial norteamericana llamada Esther A. Howland, comenzó a vender las primeras felicitaciones para el día de los enamorados con el nombre de Valentines.

El éxito fue tan relevante que se repitió la hazaña al año siguiente y los comercios de la zona lo adoptaron como una tradición, a la que poco a poco se iban agregando algunos elementos habituales de las celebraciones actuales como los bombones y las rosas, convirtiendo a San Valentín en el boom comercial que conocemos.


La celebración se comenzó a exportar a otros países importándose directamente con el nombre del Día de los Enamoradoos y en América Latina el festejo se conoce como el día del amor y la amistad, aunque en esencia su significado no varía demasiado ni la forma de celebrarlo.

En los países suramericanos los amigos también celebran el día de San Valentín y se regalan flores entre ellos, pues dependiendo del significado de la flor se pueden expresar diversos sentimientos y emociones, además del clásico amor apasionado que se simboliza con una rosa roja.

El significados de los regalos y la forma de obsequiarlos también presentan matices en las celebraciones entre un país y otro, por ejemplo, en Colombia los regalos son anónimos y se dan también entre amigos, mientras que en Costa Rica se celebra con toda la familia.

En Japón son las mujeres las que deben regalar dulces a los hombres en el día de los enamorados y esa tradición está tan arraigada que incluso se convierte en una obligación. El catorce de Marzo es el día reservado para las mujeres que son obsequiadas por los hombres, pero este día no se conoce como el día de los enamorados si no como el día Blanco y los regalos ofrecidos durante la celebración deberán ser de ese color, siendo esta quizá una de las celebraciones más atípicas de San Valentín que se celebran en todo el mundo.

Planes y consejos para el día de San Valentín

Planear el día de San Valentín no es cosa fácil. Al fin y al cabo, sabes que todo el mundo está intentando hacer algo especial con su pareja, y sabes que, al día siguiente, cuando tu chica hable con sus amigas, pondrán en común sus planes… ¡Y no quieres haberle ofrecido el peor plan!


Por lo tanto, es importante que lo que se haga el día de San Valentín merezca la pena. A continuación te daré algunos planes para que los tengas en cuenta:

Excursión mágica: Uno de los planes que mejor funcionan en el día de San Valentín, es el de realizar alguna excursión que merezca la pena. Por supuesto, el destino dependerá de los gustos de la pareja, pero lo importante es hacer alguna escapada que sirva para hacer algo distinto a lo que estáis acostumbrados.
Noche de hotel: En el caso de que ambos trabajéis, puede que la mejor opción no sea realizar una excursión o una escapada, porque eso puede dificultaros estar al cien por cien al día siguiente para el trabajo. En ese caso, siempre será una opción apetecible gastar un poco de dinero en una noche de hotel digna de recordar.
Paseo en barco: No sé qué tienen los barcos, pero nos hacen sentir muy bien. Supongo que será por estar en otro medio que no es el habitual. Si por donde tú vives hay algún río o algún estanque, es una buena idea dar un paseo en barco o en barca. Un plan que no es habitual, pero tampoco es demasiado caro.
Disfrutar de la puesta de sol: En un día que se ha convertido en la fiebre del consumo, como es San Valentín, puede que la mejor forma de sorprender a tu pareja sea completamente gratis. ¿Por qué no ir a algún lugar tranquilo y alejado de la ciudad para disfrutar de una puesta de sol? ¡Hay pocas cosas más bonitas en el mundo!
Balneario: Y, por supuesto, para quienes quieran sacar el máximo partido al día de San Valentín, la mejor opción siempre será un balneario. Pasar el día de los enamorados disfrutando del relax en pareja es uno de los planes más seductores tanto para él como para ella.

Ya ves que te he intentado presentar planes que puedan ser útiles para cualquier tipo de persona. Quizá no podáis permitiros un balneario, pero todo el mundo se puede permitir disfrutar de la puesta de sol. Quizá no haya donde realizar un paseo en barco donde tú vives, pero siempre hay algún sitio donde realizar una excursión.

Lo importante en el día de San Valentín es hacer algo diferente y especial, y, sobre todo, hacer que tu pareja se sienta única. Y, para esto último, te voy a dar unos consejos en la siguiente sección.

Cuidado con el día de San Valentín

Pese a lo anterior, a mí me gusta señalar que el día de San Valentín es, en cierto sentido, una trampa. Mucha gente trata mal a su pareja (o no tan bien como debería), y trata de redimirse el día de San Valentín, y eso es una forma lamentable de enfocarlo.


Al fin y al cabo, el día de San Valentín es el Día de los Enamorados, no el Día de Salvar la Relación. El día de San Valentín, en una relación bien asentada y donde ambos miembros realmente estén enamorados, no deja de ser un día más.

Suena a tópico, pero lo cierto es que el día de San Valentín, tal y como lo entendemos, debería ser cada día. No tienes que esperar al 14 de febrero para sorprender a tu pareja y hacer que se sienta especial.

Si lo haces de esa forma, tarde o temprano la relación se resentirá, porque el amor no es algo que se pueda cultivar una vez al año, sino que hay que cultivarlo cada día, cada segundo. Por eso me gusta avisar del peligro de San Valentín.

Mucha gente tiene la tentación de pensar que haciendo pasar a su pareja un día maravilloso el 14 de febrero, podrá compensar todo un año de relación mediocre… ¡Y te aseguro que no es así!

Esto no significa no hacer algo especial el día de San Valentín. Al fin y al cabo, te acabo de señalar algunos planes y consejos para hacer de ese día algo realmente especial en la sección anterior. Lo que quiero decir es que no puedes limitarte a mostrar lo que sientes en un día concreto.

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