jueves, 26 de noviembre de 2015

Teoría de la eternidad entre mínimos

¿Sabes cómo se comporta el tiempo? ¡Probablemente no! Y la verdad es que yo tampoco lo sé. Y ni el más renombrado de los eruditos graduado en Harvard o en Cambridge lo sabe. De Hawking a Kip Thorne, nadie sabe realmente la forma en que el tiempo se comporta – puede ser que haya alguien, pero sin duda esta persona trabaja en un proyecto secreto para construir una máquina del tiempo y nunca sabremos si va o no a tener éxito porque no es una cosa que haya que decir a una población.




Un físico muy loco por ahí sugirió en un foro estadounidense la posibilidad de una eternidad entre dos momentos mínimos de tiempo. Para entender el razonamiento que hay que asumir que el tiempo no es continuo como imaginamos. El físico sugirió un tiempo fragmentado, por paquetes, pues según él, a pesar de no poder medir la menor “cantidad” de tiempo posible, sabemos que si reducimos el tiempo al infinito, la escala temporal llegará a un punto en que el tiempo sea nulo. Y si ese tiempo es nulo, en ese menor momento de tiempo posible, ¿qué provocaría que pasara a otro momento de tiempo y cómo sabríamos de esto sí solo observamos el tiempo en movimiento? Si el tiempo se detuviera, ¿cómo saber que se detuvo? Puede haber un espacio, una verdadera eternidad entre un instante de tiempo y otro y nunca lo sabríamos. Y eso puede acontecer todo el tiempo. Ese nudo eterno en el tiempo provoca un nudo eterno en el pensamiento. Y eso no es todo…


Otros favorecen la idea de que el tiempo es continuo pero no lineal, más bien, el comportamiento temporal sería a través de bucles. De esa forma es posible que tú mismo hayas repetido varias situaciones en su vida un sinnúmero de veces. Por ejemplo, desde tu punto de vista, todo lo que sucede en tu vida ocurre sólo una vez en un instante de tiempo. Para ser más precisos, lo que hiciste el día 01/08/2013 a las 12:30:07 nunca se repetirá. Esto sucede en un tiempo continuo lineal, pero no pasa lo mismo en un tiempo que se comporta como un bucle.

Con este comportamiento el tiempo iría de un punto del presenta hacia el futuro hasta cierto punto y luego volvería a un punto antes del presente, y este se convertiría en un nuevo presente. Para aclarar, imaginar una escala positiva (futuro) y otra negativa (en pasado). En el punto cero de esta escala estaría el presente, todos los valores negativos a -1 serían parte del pasado y todos los valores positivos como +1 serían parte del futuro. En nuestro pensamiento actual sobre el tiempo, nos imaginamos que sólo existe en el momento cero, que va hacia +1. Cuando llega, el +1 se convierte en momento cero. Este sería el concepto de tiempo lineal. Pero, en la teoría del tiempo bucle, el tiempo pasa a +1 y cuando llega, en lugar de convertirlo en el momento presente (o), puede volver a -2. Es decir, para el observador, todo pasaría sólo una vez, pero en realidad, se repite infinidad de veces.

El debate en torno a este concepto va más allá. Entre las cuestiones que se hacen presentes adoptando este comportamiento, las principales son: ¿Esto estaría relacionado con el fenómeno de Déjà vu? ¿Cuándo el tiempo retorna, la situación se repite exactamente como ocurrió antes o línea de tiempo admite alteraciones?

Cuestiones de las que tal vez nunca sepamos la respuesta, simplemente porque difícilmente alguien va a descubrir cómo se comporta el tiempo.

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