Durante la Segunda Guerra Mundial, se sucedieron las visitas de un misterioso oficial nazi, el cual se mostró interesado por piezas egipcias y de oriente. Dicho oficial era Wilhelm Franz Canaris, jefe de la inteligencia de la Kriegsmarine y la Wehrmacht.
El vicealmirante Wilhelm Franz Canaris (1887-1945), quien fuera jefe de inteligencia de la Kriegsmarine y de la Wehrmacht durante la Segunda Guerra, y amigo personal de Francisco Franco, visitó varias veces España, y se rumorea que durante esas visitas, habría concurrido de incógnito al Museo Arqueológico Nacional donde se interesó por piezas egipcias y del cercano oriente.
Las obras del Museo Arqueológico comenzaron en 1933, y culminaron en 1936, no pudiendo inaugurarse por el inicio de la Guerra Civil, el 18 de julio del mismo año. El museo terminaría en estado calamitoso al finalizar la contienda en abril de 1939.
En su primera visita, Canaris fue recibido por José María Navascués, conservador y luego director del museo, quien quedó extrañado por las peticiones del visitante. El mismo, traía consigo un asistente munido de planos y una libreta de piel, en la cual figuraban las referencias de una serie de artefactos de cercano oriente y egipcios. Más precisamente estaba interesado por algunas piezas que habían llegado en el siglo XIX, a bordo de la fragata “Arapiles”
En los archivos del museo queda constancia del ingreso de objetos donados o comprados durante el viaje a Oriente (1871), de una Comisión presidida por Juan de Dios de la Rada y Delgado, a bordo de la fragata “Arapiles”. Dicha Comisión habría visitado los yacimientos de Siracusa, Atenas, Troya, Constantinopla, Mitilene, Samos, Rodas, Chipre, Damasco, Baalbek, Cesarea, Jerusalén, Belén, Alejandría, y Malta. El viaje estaba auspiciado por un grupo de políticos influyentes, que pertenecían a una logia masónica.
También estaba interesado en piezas de la colección Asensi, un vaso canope con inscripciones, y una caja de madera de acacia ( coincidiendo con la madera del Arca de la Alianza bíblica). En el archivo figura el registro: “Año 1876, ingreso de la colección de D. Tomas de Asensi, con el Catálogo y fichas de su Gabinete de Antigüedades”.
No obstante, no figuran, y tampoco se encuentran, las piezas que habrían interesado a Canaris. En los inventarios posteriores a la Guerra Civil, aparecen muchas piezas como desaparecidas, tachadas de los registros, o con anotaciones al margen de los almacenes donde deberían estar. Lo cierto es que existe la posibilidad muy firme de que Canaris se llevara estas piezas, ya sea como regalo, o como préstamo.
Cabe agregar, que Canaris concurrió en una de las oportunidades, acompañado por un fotógrafo, que se instaló en uno de los depósitos, y fotografió varias piezas que se presume eran las citadas.
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